La pacificación de las grandes calles y avenidas de Zaragoza abre un controvertido debate que se resolverá en pocas semanas. Garantizar la fluidez del tráfico, fomentar la bicicleta y no entorpecer el paso preferente del transporte público en las arterias que más vehículos soportan no es tarea fácil y los servicios técnicos del ayuntamiento tienen previsto analizar numerosos viales para estudiar si cumplen con todos los requisitos de seguridad. Para el ciclista, sobre todo, pero también para que no afecte a la circulación del resto de usuarios. La medida parte del Colectivo Pedalea, que pide revisar "todas las que tengan dos o más carriles", para cumplir con la prohibición de las aceras sin obligar a las bicis a dar grandes rodeos en sus desplazamientos

Esta semana está previsto trabajar en ese listado, para el que existen algunas prescripciones muy claras. Una de ellas, obvia, es excluir de esta posibilidad a todas las grandes avenidas o calles que cuenten con un carril bici. La calle Coso, el camino de las Torres, el paseo Echegaray, o la avenida de Goya son un claro ejemplo. Los ciclistas ya tienen una alternativa segura para no tener que pelearse en la calzada con coches, motos, furgonetas y autobuses.

PROVISIONAL

Otro de los condicionantes está relacionado, precisamente, con el transporte público de Zaragoza. Los viales que tengan carril bus requerirán, como mínimo, de tres carriles de circulación, porque no se puede enviar a las bicicletas a un carril que se concede exclusivamente para buses y taxis, precisamente, para no entorpecer su circulación en las arterias más transitadas. Permitir el paso de ciclistas por ellos, no solo complicaría el cumplimiento de las frecuencias de paso impuestas a la concesionaria del servicio, sino que podría entrañar un riesgo para la seguridad.

Así que avenidas como la de Navarra, Tenor Fleta, Cesáreo Alierta o Cataluña pasarán por la lupa de los servicios técnicos municipales, pero también otras calles como el paseo de Teruel o de Pamplona. Entre otras decenas de viales en la capital aragonesa en las que estudiar cómo es posible combinar la fluidez del tráfico, la seguridad de los usuarios y el fomento de la bici.

Desde Pedalea, Alberto Lorente destacó que esta es una "medida provisional", ya que lo "deseable" es que se hubieran construido todos los carriles bici necesarios para garantizar la movilidad sin tener que recurrir a las aceras. Y que "se trata de lanzar un mensaje de que el ayuntamiento protege al ciclista, siendo conscientes de que no se pueden pintar de hoy para mañana".

La señalización de esta pacificación ciclista en las avenidas y calles con dos o más carriles es relativamente sencilla, recordaron desde Servicios Públicos a este diario, de manera que durante las próximas dos semana se trabajará en la elaboración de un listado definitivo de viales para empezar a implantarlo a partir de la segunda quincena de este mes. Antes de finalizar el año podrían estar todas.

En el caso de las avenidas que cuentan con carril bus, desde Pedalea consideraron que "se puede habilitar el carril contiguo" en aquellas que dispongan de al menos tres por sentido de circulación, "para no interferir a los autobuses". Es un objetivo a perseguir porque, a su juicio, frenaría el "acoso" que ahora sufren numerosos ciclistas. "El problema es que desde que se publicó la sentencia los usuarios de la bici sentimos que el ayuntamiento nos ha dejado desprotegidos", además de estar "generando una confusión" constante con medidas de quita y pon o poco definidas. Se refiere, por ejemplo, a la relación de calles del Casco Histórico en las que hasta la semana pasada estaba prohibido circular en bici y sobre la que nadie conoce al detalle.