El Ayuntamiento de Zaragoza no levanta cabeza porque sus maltrechas arcas llevan ya demasiado tiempo en números rojos. El coronavirus no han hecho más que endurecer la situación y una de las principales vías de ingresos, los impuestos, se ha visto truncada. El consistorio se vio en la obligación de suspender y aplazar el cobro de varios recibos durante los meses de confinamiento y eso pasa factura luego.

La recaudación en el primer semestre del año ha sido de 151,5 millones, 23 menos que en el 2019. La previsión del área de Hacienda para los seis primeros meses pasaba por alcanzar los 220,2 millones. Estos eran los derechos netos reconocidos estimados en enero, de los que todavía están pendientes de cobro 68,7 millones. Además, y fruto de las decisiones adoptadas como consecuencia del coronavirus, se van a ingresar 74,1 menos de los previstos.

El año pasado por estas fechas las arcas municipales ya habían ingresado 174,9 millones por el cobro de tasas e impuestos, principalmente del IBI y la plusvalía, los dos tributos que más aportan. Pero este año nada es normal y el confinamiento y la crisis ha provocado un descenso brusco de las compraventas en la capital aragonesa. La previsión a principios de año rondaba los 55 millones y durante el covid, y en un primer balance del impacto económico de abril, la rebajaron a 33, aunque finalmente han sido 15 los ingresados hasta julio.

Cobro del IBI / En cuanto al IBI, Hacienda decidió dar un respiro y retrasar su cobro, además de dividirlo en dos, hasta el 15 de julio. El problema al que se enfrenta ahora el ayuntamiento es la morosidad, en constante aumento. Según la última información que ofreció en julio la concejala de Hacienda, María Navarro, la morosidad rondaba el 2% en el caso de los domiciliados, y del 26% en los no domiciliados.

La cosa no mejora porque también se han reducido a la mitad los ingresos por multas de tráfico, 2,2 millones en el primer semestre. O de las licencias urbanísticas, 1,3 millones frente a los 2,5 del mismo periodo del 2019.

Ahora toca mirar al futuro y las previsiones del área de Hacienda calculan que hasta diciembre se ingresarán 144,3 millones por el cobro de tasas e impuestos, aunque todo puede variar ya que dependerá, y mucho, de la evolución epidemiológica del coronarivus y sus consecuencias. Los hosteleros, por ejemplo, siguen reclamando que se suspenda hasta final de año la tasa de veladores, algo que está por ver. Como también están pendientes de otras bonificaciones a comercios y hosteleros.

SIN DINERO DE MADRID / Desde el ayuntamiento insisten en que necesitan recibir fondos del Estado que, tras el acuerdo alcanzado con la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) no va a llegar, para poder afrontar lo que resta de año. Las ayudas son vitales, insisten desde el Gobierno que dirige Jorge Azcón, y tendrán mucho que ver en la propuesta de ordenanzas fiscales que preparan en Hacienda para el año que viene.

Se espera una vuelta al cole complicada en el área de Hacienda porque tendrá que negociar su propuesta, ahora que ya se sabe que el ayuntamiento zaragozano no recibirá financiación alguna desde el Estado, salvo un cambio en el acuerdo.