El Ayuntamiento de Zaragoza ha incorporado otras 50 zonas verdes al listado en el que se permite la suelta de perros en horario de tarde-noche y en el que se suman áreas de una gran extensión que se habían quedado fuera, como el parque Macanaz, el de Ranillas, el Parque del Agua y todos los de las riberas del Ebro y del Huerva. Además, recoge también las zonas verdes de los barrios rurales, que se habían quedado fuera en la primera regulación.

Hace unos días, un primer decreto estableció un listado de 25 zonas verdes y una docena de plazas en el que se autorizaba la libre circulación de canes, siempre en el horario marcado por la ordenanza de protección animal --ha introducido esta novedad en la regulación de la tenencia de mascotas--.

DEMANDA Sin embargo, tras el comienzo de las tareas de señalización, y constatada la demanda de nuevos espacios dado que "en general la regulación ha sido bien acogida por una amplia mayoría de usuarios", un nuevo decreto ha procedido a completar el anterior listado abarcando la totalidad de la ciudad.

El primer texto ya introducía algunas limitaciones en zonas especialmente sensibles, como determinadas áreas del Parque Grande, las zonas de juegos infantiles, los espacios para mayores, rosaledas o glorietas. En el listado que se detalla en este nuevo texto las excepciones se limitan a algunas áreas del Parque de Delicias, que quedan prohibidas para estas mascotas. Es el caso de la zona deportiva contigua a las calles Ciudadela y Hermanos Gambra, la zona infantil junto al Psiquiátrico, la plaza central situada entre los distintos pabellones, el anfiteatro y el estanque.

PETICIONES El decreto del área de Cultura, Educación y Medio Ambiente, además, deja la puerta abierta a que se sumen aún más zonas, previa petición de las juntas de distrito y con un informe positivo de los técnicos municipales que avale otras áreas para los canes.

Si en el primer texto se incluían los parques municipales de mayor tamaño y más representativos de la ciudad, en esta nueva instrucción se añaden otros que jalonan los diferentes barrios de la capital aragonesa, barrios rurales incluidos. Es el caso, por ejemplo, del parque de la Alameda, en Santa Isabel; el Marín Zaera en Alfocea; o el Félix de Azara, en Montecanal, entre otros.

El decreto insiste en que cada uno de los parques y plazas deberá contar como mínimo con un cartel informativo y, en su caso, placas que señalen las restricciones existentes --todavía están pendientes en algunas zonas--. Y que se adoptarán las medidas adecuadas para la señalización y en su caso cerramiento de las zonas de juegos infantiles, en las que no se permite la presencia de perros, aunque fueran atados, con objeto de evitar conflictos con otros usuarios.