El Ayuntamiento de Zaragoza ha invertido este año 300.000 euros en la ampliación y actualización de su Red de Control de Calidad del Aire para mejorar la recogida, la calidad y la utilización de sus datos, que ahora permiten hacer predicciones de la contaminación en la ciudad a 48 horas vista.

En declaraciones a los medios, la responsable municipal de Medio Ambiente, Teresa Artigas, ha recordado que la capital aragonesa es, junto con Madrid, referencia a nivel estatal en el control de la calidad del aire, pero que desde 2007 no se realizaba ninguna mejora en los equipos.

Así, este año se ha colocado una nueva estación en el barrio del Actur, que mide sobre todo el ozono, y se ha llevado a cabo una campaña específica de medición en Torrero.

Del mismo modo, se han instalado nuevos equipos de medición de ozono y materia particulada, se ha mejorado la transmisión de datos en tiempo real, se continúa trabajando en campañas específicas para la medición de contaminantes más complejos y se ha avanzado en la predicción, con el resultado de que ahora se pueden prever posibles episodios de polución con 48 horas de antelación.

Asimismo, Artigas ha subrayado que la nueva Estrategia de Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud de Zaragoza (ECAZ 3.0) incluye varios objetivos de cara al año 2020, como la reducción en un 40 por ciento de las emisiones de CO2, en un 50 por ciento los residuos sólidos urbanos y hasta en un 60 por ciento la de los óxidos de nitrógeno.

No obstante, ha reiterado que la ciudad se encuentra dentro de los parámetros que marcan tanto la Unión Europea como la Organización Mundial de la Salud (OMS), excepto en los que respecta a la materia particulada de 2,5 (PM2,5), sobre la que habrá que tomar más medidas para su reducción.

Del mismo modo, ha señalado que las ocho estaciones tienen prácticamente cubierta la ciudad y que son incluso más de las que obliga la legislación.

En cuanto a la reducción de emisiones de cara al futuro, ha apuntado que el futuro Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que confía en que se apruebe pronto, va a marcar ejes concretos, principalmente con intervenciones que reduzcan el uso del coche en Zaragoza, así como fomento del transporte público, la movilidad peatonal y la bicicleta.

En lo relativo a los servicios públicos, ha destacado la reducción de los propios consumos energéticos municipales, lo que permite un ahorro de 4 millones de euros al año.

En el aspecto residencial, ha resaltado el programa de inversiones de Zaragoza Vivienda vinculado a la eficiencia energética y otras medidas que plantean para el sector privado, aunque ha puntualizado que ahora están "muy expectantes" a ver si el nuevo Gobierno de España retoma estas cuestiones, paralizadas por al anterior.

Por último, es el industrial el sector que en los últimos 10 años no solamente no ha reducido emisiones sino que las ha aumentado, por lo que el Ayuntamiento inició un programa de trabajo con la Cámara de Comercio para recabar información que pueda culminar en un proyecto piloto que se desarrolle el año próximo en polígonos industriales, de donde procede más de la mitad del CO2.