Durante sus vacaciones en Islandia, la fotógrafa alemana Esther Kohl encontró un anillo de boda. La alianza solo contenía una palabra grabada: "argyor". Esto ocurrió el pasado mes de abril y, desde entonces, Kohl busca a su dueño. Así decidió ponerse en contacto con la firma zaragozana que fabricó el anillo para encontrar al legítimo dueño.

Argyor ha compartido la imagen por sus redes sociales pero, a pesar de que cientos de personas han compartido la imagen, el dueño sigue sin aparecer. Sin embargo, la empresa zaragozana advierte de que "no pierden la esperanza".

Así, Carlos Gracia, nieto del fundador y director de Marketing de la empresa, lo tiene claro: "Personalmente creo que lo conseguiremos. En cualquier caso es fantástico tener la oportunidad de participar en algo así. En Argyor creamos joyas y con ellas unimos personas. Devolver este anillo a la pareja que nos eligió para acompañarles toda su vida forma ahora parte de nuestro trabajo. A ver si logramos repartir unas sonrisas y, por qué no, hacemos llorar a alguien de alegría.”

Por si la tarea no fuera ya lo suficientemente difícil, Argyor vende sus alianzas de boda en más de 20 países, aunque la mayoría se localizan entre España y Francia.

Detalles como el lugar exacto del hallazgo o la talla del anillo siguen siendo secreto hasta que alguien reclame la alianza.