El Ayuntamiento de Zaragoza se dispone a ordenar el fenómeno del patinete eléctrico con un concurso público que limitará la presencia en la ciudad a dos empresas con 850 vehículos cada una -1.700 en total-, que podrán aumentar hasta duplicar la cifra según las necesidades del servicio.

En rueda de prensa, el consejero municipal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, ha defendido la necesidad de regular los derechos de todos los usuarios de la vía pública desde que en septiembre "unas cuantas empresas" comenzaran a "soltar" patinetes por Zaragoza.

Por ello, el Gobierno de la ciudad ha optado por sacar a licitación dos licencias de dos años prorrogables a uno más -actualmente son cuatro las empresas de patinetes eléctricos que operan en Zaragoza y cuentan con entre 1.000 y 1.200 vehículos-.

Cubero ha explicado que no se establecerá tasa, pero sí un canon de hasta 30.000 euros que se destinará a actividades de seguridad vial y fomento de la movilidad sostenible.

Además, ha señalado que se han introducido criterios sociales, laborales y ambientales, como que los trabajadores de estas empresas tengan contrato indefinido o que los encargados de la recarga de los patinetes estén dentro de la regulación laboral.

Del mismo modo, para garantizar los derechos de los usuarios, los pliegos exigirán presencia en "todos y cada uno de los distritos" o que tengan a su disposición un teléfono gratuito para las incidencias.

Los pliegos de condiciones premiarán también que la recogida de los patinetes para su recarga se realice con vehículos con la etiqueta "cero emisiones".

El consejero ha defendido que era necesario evitar las "perniciosas competencias" que tendría un monopolio, pero también la presencia de excesivas empresas que ocuparan el espacio público.

Ha confiado en que el proceso de licitación se inicie antes de final de año y en que finalice la próxima primavera, si bien dependerá del número de ofertas o de las posibles recursos.

Por su parte, la responsable municipal de Movilidad, Teresa Artigas, ha indicado que los pliegos establecen también la regulación del aparcamiento de estos vehículos, que se hará mediante distintos puntos de estacionamiento para movilidad compartida que el Ayuntamiento irá instalando en los distritos, comenzando por el Casco Histórico por ser la zona de mayor acogida y salida.

No obstante, hasta entonces simplemente se prohibirá el estacionamiento en lugares que obstaculicen el paso, como aceras estrechas o junto a las fachadas de los edificios.

La idea, ha explicado Artigas, es asimilarlos a las bicicletas de movilidad compartida para los patinetes más elementales y el resto, a las motocicletas eléctricas.

Por último, ha informado de que la ordenanza que regulará estos vehículos de movilidad personal terminará el proceso de consulta pública la semana próxima, tras la que el Gobierno aprobará un borrador y, de ahí, otro mes en información pública.

Así, ha apuntado que le gustaría que llegase al Pleno del mes de marzo para su aprobación definitiva.

Hasta entonces, la velocidad máxima para estos patinetes será de 25 kilómetros hora.

Por otro lado, la concejala de Movilidad ha señalado, en referencia al atropello mortal de la semana pasada en el Paseo Echegaray y Caballero, que un plan de seguridad vial determinará los puntos "negros" y "críticos" de la ciudad para alcanzar el objetivo de "accidentes cero"