Las compañías aéreas por fin van a poder hacer uso de las maniobras de aproximación en descenso continuo en el aeropuerto de Zaragoza. Son los denominados aterrizajes verdes, orientados a reducir el consumo de combustible en las aeronaves, de emisiones de CO2 y, en menor medida, el impacto acústico en las zonas urbanas colindantes. Desde el pasado 29 de mayo, esto ya es posible y, aunque depende de que las aerolíneas hagan uso de esta opción (no es obligatorio), su anuncio en la Publicación de Coordinación Aeronáutica de España le da luz verde, con más de tres años de retraso.

La capital aragonesa iba a ser la primera ciudad en tenerla, según había asegurado Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) pero el hecho de compartir instalaciones con el Ejército ha hecho que hasta 20 ciudades en España lo tengan antes. Y que el plazo para introducir esta novedad se haya pospuesto a mayo del 2014. Pero al menos ahora ya se puede, para satisfacción de los barrios del sur de la ciudad, que venían reclamándolo desde hace años y del diputado de CHA por la Izquierda de Aragón en el Congreso, Chesús Yuste, que ayer mismo recibía la comunicación oficial, en respuesta a una pregunta suya de hace meses.

Aunque antes lo hizo público ayer el nuevo director del aeropuerto, Marcos Díaz, en un desayuno informativo con los medios en el que hizo un repaso a los planes con los que AENA afronta el futuro más inmediato de la terminal de Garrapinillos, además de darse a conocer, a los seis meses en el cargo.

PLAZO AJUSTADO Un futuro en el que también se incluye, según él mismo confirmó, el inicio de las obras de balizamiento y pintura de las pistas de aterrizaje para la puesta en servicio del sistema antiniebla para condiciones de baja visibilidad (el denominado ILS nivel II/III). Esta será, "si no hay contratiempo, en el invierno del año que viene". Finales del 2015 es la fecha, pero los plazos ya son muy ajustados.

El sistema electrónico está instalado desde "hace dos años" pero los trabajos que faltan, en la pista, "se adjudicarán este verano" y durarán "15 meses". Y si la puja no rebaja el plazo de ejecución, deberán iniciarse antes de septiembre, porque están obligados a acabar antes de 2016.

Díaz también prevé adjudicar las licencias del servicio de handling, para las que ya se han recibido "entre cinco y diez ofertas" por cada uno de los dos lotes sacados a licitación. La competencia hará que las empresas rebajen los costes, pese a que no se haga efectivo hasta el 2015.