El Ayuntamiento de Zaragoza ha modificado la estructura de la Agencia Municipal Tributaria para reforzar la lucha contra el fraude fiscal, creando unidades especializadas en actuaciones de control sobre grandes contribuyentes dirigidas a regularizar la situación de personas y entidades que hubieran utilizado mecanismos de incumplimiento fiscal.

Según han informado fuentes municipales, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, firmó ayer el decreto por el que se modifica esta agencia municipal para combatir el fraude como medida de equidad impositiva, de justicia tributaria y de consolidación fiscal, ya que permite incrementar los ingresos municipales para financiar el gasto público sin incrementar la presión fiscal sobre la ciudadanía que está al día en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.

La Agencia Municipal Tributaria, a cuyo cargo se encuentra la directora general de Economía, es el órgano encargado de ejercer las competencias propias que la legislación atribuye a la administración tributaria local, para conseguir una gestión integral del sistema tributario municipal, que se rige por los principios de eficiencia, suficiencia, agilidad y unidad en la gestión.

La ejecución y desarrollo de las funciones de la Agencia Municipal Tributaria están encomendadas al Departamento de Hacienda, que además tiene encomendada la relación con la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), la Gerencia Territorial del Catastro, la elaboración y tramitación de las ordenanzas fiscales y la propuesta anual del Plan de Control Tributario.

Para el ejercicio de estas funciones y competencias, en el departamento se integran tres oficinas: de Gestión Tributaria, de Inspección Tributaria y de Recaudación.

La Oficina de Gestión Tributaria, a partir de ahora, se estructura en dos servicios: el de Impuestos Inmobiliarios (IBI, gestión catastral, Plusvalía o ICIO), y el de Gestión de Grandes Contribuyentes, Impuestos sobre Actividad e Impuestos de Tracción Mecánica, que también se encargará del Impuesto de Actividades Económicas y el mantenimiento y gestión del Padrón de Grandes Contribuyentes.

La Oficina de Inspección Tributaria se encarga de la investigación y comprobación de los tributos municipales, la práctica de las liquidaciones tributarias resultantes de sus actuaciones, la instrucción de los procedimientos sancionadores y al elaboración de los planes de inspección y de actuaciones sobre grandes contribuyentes.

Por su parte, la Oficina de Recaudación se estructura en dos servicios: el de Recaudación de Grandes Contribuyentes y actuaciones en vía de apremio, y el Servicio de Atención al Contribuyente, que se encarga de la información y atención a la ciudadanía en relación con los tributos municipales, la base de datos fiscal y los procedimientos administrativos fiscales.