Zaragoza y su ámbito de influencia no consiguieron despegar en algunos indicadores estratégicos durante el año 2016. De hecho, el estancamiento de la ciudad ahondó en la pérdida de su posición ventajosa respecto a España y su alejamiento de Europa en algunos parámetros, como la innovación. No obstante, obtuvieron una buena evaluación áreas como el turismo o la sostenibilidad. Así lo pone de manifiesto el informe de indicadores que realiza el Observatorio Urbano de Ebrópolis que, no obstante, apunta a un cambio de tendencia si se atiende a las cifras que ya maneja del año 2017.

El análisis, que contempla 76 indicadores, arroja unos resultados que plantea retos en algunas áreas, como señaló ayer la consejera de Participación Ciudadana y Transparencia y Gobierno Abierto, además de vicepresidenta de Ebrópolis, Elena Giner: «A nivel de Aragón y Zaragoza hay grandes retos que seguimos teniendo», afirmó. Precisamente, en educación, como también en atención a la dependencia, se observa un empeoramiento de la posición relativa respecto a la Comunidad, aunque los datos que ya manejan del 2017 sugieren un cambio en la trayectoria, con mejores datos en abandono escolar o la reducción de personas con derecho reconocido que no perciben prestaciones con dependencia.

Otros puntos que pierden posiciones son las autorizaciones de trabajo a extranjeros, las plazas públicas residenciales, el transporte de mercancías por ferrocarril, días con buena calidad del aire, las energías renovables instaladas, el transporte público de viajeros y las personas en situacuión de riesgo o pobreza extrema. Este «importante aumento de la desigualdad», afirmó Giner, resulta consecuencia de «la crisis y los periodos de falta de inversión en políticas sociales». También señala el estudio la persistencia de la brecha de la desigualdad, a pesar de la mejoría económica, y lamenta la escasez de gasto público en áreas sociales.

Semáforo verde / No todo son datos negativos. En el informe, que utiliza un código de tres colores similar a los semáforos para marcar el estado de los indicadores, aparecen en color verde un total de 27 indicadores y encuentran una mejoría el servicio de ayuda a domicilio, los beneficiarios de prestaciones de dependencia en relación a la población, el número de empresas que exportan de manera regular, el porcentaje del presupuesto público dedicado a cooperación al desarrollo y el porcentaje de empresas con página web. La ciudad sobresale en lo que respecta al modelo de ciudad, puesto que ofrece una ratio óptima de zona verde por habitante y un porcentaje de superficie artificial bajo.

Las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de agua se encuentram además, por debajo de la media. No obstante, alertan de la necesidad de nuevos retos en lo que respecta al consumo de energía por habitante o a la recogida selectiva de residuos urbanos, la calidad del aire o las renovables. La técnico del observatorio Laura Fuertes destacó, de la misma forma, que la ciudad destaca en el rendimiento de sus alumnos, como refleja el informe PISA, y en educación superior.