Las ciudades de Barcelona, Manchester, Oslo, Amsterdam, Göteborg, Zaragoza, Hengelo y Nantes han iniciado un estudio internacional para analizar cuáles son las políticas más efectivas para adaptarse al progresivo envejecimiento de la población.
La iniciativa, surgida del Grupo de Trabajo sobre Envejecimiento Urbano de la Red Eurocities, ha ganado uno de los proyectos de cooperación ESPON 2020 de la Comisión Europea, cuenta con un presupuesto de 270.000 euros y se desarrollará durante 2019.
El estudio ESPON parte del análisis previo de que una de cada cuatro personas que vive actualmente en alguno de los 28 países de la Unión Europea tiene 65 años o más, que este porcentaje ha aumentado progresivamente durante los últimos años y que continuará haciéndolo en el futuro.
Según el Ayuntamiento de Barcelona, este envejecimiento de la sociedad tiene implicaciones económicas en ámbitos como el mercado laboral, el sistema de pensiones, la sanidad o la provisión de servicios públicos, pero también sociales y físicas, en cuestiones como la inclusión, la vivienda o el uso del espacio público.
El objetivo último del proyecto es elaborar una guía práctica con recomendaciones específicas y buenas prácticas para adaptar las ciudades a esta situación.
Para hacerlo, los investigadores analizarán los datos de cada ciudad, elaborarán mapas comparativos y realizarán trabajo de campo con entrevistas a personas responsables de servicios municipales y entidades sociales.
Los investigadores también organizarán grupos de discusión con personas mayores para conocer su vivencia en cada una de las ciudades participantes en el proyecto.
