La apertura de piscinas en Zaragoza está en al aire. La crisis del coronavirus mantiene en vilo a muchos que ahora, confinados desde sus casas, solo piensan en poder darse, al menos, un chapuzón durante este atípico verano donde irse de vacaciones será harto complicado. El consistorio tiene sobre la mesa distintos escenarios entre los que se encuentra su apertura, pero también su cierre hasta el verano del 2021.
La concejala de Deportes, Cristina García, explica que la decisión dependerá de lo que dicten Madrid y las autoridades sanitarias pero que su propósito es poder abrir. «Seguramente sea el único plan de ocio para muchos este verano, psicológicamente es importante que podamos abrir los centros porque va a ser complicado irse de vacaciones», comenta. De hacerlo será con restricciones porque ante todo «tenemos que garantizar la seguridad de los trabajadores y de los usuarios».
Ahora mismo los técnicos barajan tres escenarios. El primero es el más traumático: no abrirlas hasta la temporada del 2021. También existe la posibilidad de hacerlo cumpliendo con el calendario previsto, del 6 de junio al 6 de septiembre, aunque esta opción está prácticamente descartada porque la desescalada no lo permitirá, admitie García.
El más posible y en el que están trabajando en el consistorio es poder abrir las puertas los meses de julio, agosto y la primera semana de septiembre. Sería el ideal, confiesa la concejala, que admite que es más que posible que sea en agosto cuando puedan ofrecer este servicio.
AFOROS / Pero la apertura de puertas no significa que todo vaya a ser igual. El aforo estará limitado para poder garantizar la distancia de seguridad entre los usuarios y podría reducirse el número entre un 50% y un 70%. «Será Sanidad la que tome la decisión», insiste la concejala.
Los aforos variarán de unos centros a otros, con superficies diferentes. Actualmente se calculan teniendo en cuenta que puede haber una persona cada cuatro metro cuadrado en el césped y otra cada dos metros cuadrados en el agua. Esta es la norma, que se verá alterada.
García explica que el agua no será un problema ya que el cloro actuaría de desinfectante. Además, aumentarían la dosis dentro de la horquilla permitida para minimizar al máximo la posibilidad de contagio. Aún así, el número de bañistas se vería notablemente reducido. La duda está en cómo se controla, algo que analizarán los técnicos en una reunión que se celebrará hoy y en la que se pretende avanzar en los escenarios con más exactitud para estar preparados.
También se pondrán restricciones para acceder a las zonas comunes, como los vestuarios, un punto de contagio importante. Y por ahora se desconoce si podrán abrir los quioscos de comida de las instalaciones.
Si se tiene en cuenta que el Gobierno central calcula que hasta final de año no volverá la normalidad al sector de la hostelería, todo apunta a que las piscinas no serán una salvedad, así que desde la concejalía de Deportes están pensando en instalar máquinas expendedoras.
ABONOS / El precio de los abonos variará. García admite que no se puede cobrar lo mismo por unos servicios diferentes y mínimos, aunque no pudo adelantar cuál será el coste definitivo. Sí que ha adelantado que los 4.830 abonos vendidos verán ampliada su vigencia de forma automática por el mismo periodo de tiempo que dure el cierre de las instalaciones y que se devolverá el coste de la parte proporcional de la cuota de los cursillos de tenis, gimnasia o natación.
En caso de que se autorizara la apertura, el consistorio tendría que reactivar la maquinaria para poner a punto los pabellones y piscinas cubiertas (unas dos semanas), ahora cerrados y sin mantenimiento.
La apertura de los centros escolares en verano dependerá de lo que dicte Sanidad
La apertura de los centros escolares durante este verano para realizar actividades con los menores, como las colonias urbanas, dependerá de lo que dicte el Gobierno central. Esta ha sido la respuesta de la concejala popular, Paloma Espinosa, a pregunta del PSOE durante la comisión de Acción Social. El consistorio zaragozano acostumbra a realizar colonias para ofrecer una alternativa para los más pequeños también durante los meses estivales, como el programa Zaragalla. Como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus y siguiendo con la directriz del cierre de colegios, desde el Gobierno de Zaragoza están a la espera de lo que ordene Madrid una vez se inicie la salida por fases del desconfinamiento.
El consejero de Educación, Felipe Faci, manifestó su intención de que los estudiantes puedan, al menos, ir al colegio durante la última semana para reencontrarse con compañeros y profesores y recuperar parte de la sensación de normalidad. Una medida que está en el aire ya que dependerá de que el número de contagios de coronavirus siga decreciendo durante las próximas semanas. Tampoco se sabe cuándo podrán volver a abrir las bibliotecas. Espinosa ha reiterado que la decisión no depende tanto del Ayuntamiento de Zaragoza, más bien, dijo, será Pedro Sánchez el que adopte la decisión y facilite a los entes locales las pautas que deben seguir para evitar una segunda oleada.
