El Ayuntamiento de Zaragoza ha querido aprovechar la tradición chocolatera que existe en la ciudad desde el siglo XVI para crear el "Chocopass", una ruta "no programada" para saborear distintas variedades de chocolate que se ofrecen en doce establecimientos de la capital aragonesa y el Monasterio de Piedra.

Al precio de 9 euros, el bono permite degustar en el plazo de un año hasta cinco especialidades de chocolate en Zaragoza y otra en el caso de que se visite el Monasterio de Piedra, según ha explicado hoy la concejala delegada de Turismo, Lola Ranera.

El pase, que se puede adquirir en las Oficinas de Turismo, permite a cada cliente elegir los establecimientos y las variedades que más se adapten a sus gustos, hábitos o intereses y pueden ser desde un vasito de chocolate y churros, bombones, bolsitas de guirlache, frutas de Aragón, barritas de chocolate o degustaciones de té que llevan este producto entre sus ingredientes.

El objetivo de la propuesta es difundir la rica gastronomía de la ciudad y promocionar los productos y establecimientos de Zaragoza, en los que se incluyen algunos con una amplia tradición con otros más innovadores.

El Chocopass complementa la propuesta de la ruta turística ChocoTour, en la que hasta la fecha han participado 4.000 personas, aunque en este caso se trata de una alternativa más personal.

Fueron los monjes del Monasterio de Piedra los primeros en probar el chocolate en Europa gracias al envío que realizó desde México el monje del Cister fray Aguilar, en 1520, fecha a partir de la que comenzó una tradición chocolatera que ha arraigado en Zaragoza a lo largo de los siglos.

Así ha quedado constatado en los cafés, chocolaterías, pastelerías y empresas chocolateras, algunas fundadas en el siglo XIX como Fantoba o Manuel Segura, y reconocidas a nivel internacional.