El Ayuntamiento de Zaragoza ultima los preparativos para la apertura retrasada de la temporada de verano en las piscinas municipales, que abrirán este sábado, para que sea lo más parecida posible a la de cualquier otro año, dentro de la situación excepcional a la que obliga la pandemia de covid-19.
En declaraciones a los medios durante una visita a las piscinas del Actur, la concejala de Deporte, Cristina García, ha destacado la labor de los trabajadores del Servicio de Instalaciones y de la sociedad municipal Zaragoza Deporte, que han conseguido que la ciudad tenga piscinas este verano, algo que hace dos meses parecía "improbable".
Estas instalaciones abrirán sus puertas este sábado 4 de julio con medidas excepcionales: la más importante, la creación de dos turnos -de mañana y de tarde- y el cierre de las piscinas entre las 15 y las 16 horas para realizar labores de limpieza y desinfección.
Del mismo modo, los vestuarios permanecerán cerrados por precaución, pero los aseos sí estarán disponibles para todos los usuarios.
García ha indicado que, además de la limpieza y la desinfección, se reforzará el personal y se tratará de dar mucha información a los usuarios durante los primeros días para que no haya dudas sobre las nuevas normas.
En cuanto a las previsiones de afluencia este verano, ha insistido en que es complicado hacerlas debido a que toda la temporada va a estar marcada por la excepcionalidad, aunque ha apuntado que la gente está respondiendo estos dos primeros días de venta de abono.
Ha reiterado que el riesgo de contagio en el agua es prácticamente cero, pero se controlarán los niveles de cloro aún más en cualquier caso y, sobre todo, las zonas comunes.
Por último, ha subrayado que en el Ayuntamiento de Zaragoza prefieren ser "cautos" y que, por ello, las piscinas municipales abrirán con un 50 por ciento de aforo cuando el Gobierno de Aragón permite hasta un 75 por ciento.No obstante, ha señalado que, en función de los acontecimientos, podrán plantear ampliar o incluso reducir los aforos marcados.
