Los aseos públicos son un espacio cotidiano de segregación y discriminación hacia personas que no se sienten identificadas con el género que han nacido y es un objetivo prioritario con el que, mediante la intervención artística de varios autores, demostrar que el modelo binario de diferenciación solo entre hombres y mujeres es fruto del pasado. Una mujer que se siente hombre puede entrar a un baño del sexo opuesto, y al revés, si su identidad sexual está mejor representada. Un reto que el Ayuntamiento de Zaragoza se ha planteado afrontar a partir de hoy utilizando el arte como «herramienta de reflexión» y para la «construcción de identidad» de un colectivo que ha sufrido «un trato inhumano y cruel». Esta iniciativa llega a Etopia, la Casa de la Mujer y el Centro de Historias. Bautizada como Inesperadxs, se suma a la que ya se empezó a aplicar en la Harinera.

Así lo defendió ayer el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, durante la presentación de las múltiples actividades que el consistorio ha organizado por primera vez para celebrar el Día Internacional de la Despatologización Trans, un nuevo «impulso al tercer género», al que todos deben dar «visibilidad».

Necesitan, explicó la concejala de Igualdad, Arantza Gracia, acabar con ese «modelo binario» que tradicionalmente solo ha diferenciado entre hombres y mujeres, apoyar a colectivos sobre los que, desde la Administración, poner el foco, para permitirles esa «equidad de derechos y obligaciones, pero teniendo en cuenta que no todos tenemos el mismo punto de partida». «Para acceder a determinados derechos debe haber un psiquiatra que acredite que tienen una patología. Hay personas que no tienen derecho a ser lo que quieren ser», explicó.

Y desde este punto de vista se han organizado talleres, conferencias, una obra que se representará de forma gratuita en el Teatro Principal, un cine fórum... Actividades lúdicas que «son una buena herramienta para romper esa barrera que existe».