El Ayuntamiento de Zaragoza lleva desde la semana pasada realizando una prueba piloto con un camión de recogida de basura con tecnología híbrida, que está funcionando bien, para estudiar sus características de cara a comprar este tipo de vehículos a partir del 2020, cuando finaliza la actual contrata. El camión está llevando a cabo sus pruebas en el barrio del Gancho y supone un paso más para «dar ejemplo» y para hacer de Zaragoza una ciudad más sostenible y que sirva como «banco de pruebas» para este tipo de vehículos, indicó ayer el alcalde de la capital aragonesa, Pedro Santisteve.

En concreto, el primer edil precisó que convertir a la ciudad en banco de pruebas de la movilidad eléctrica se enfoca «desde una perspectiva integral» y destacó la importancia de ejemplificar que estas tecnologías «son viables, no solo para particulares, sino también para empresas e industria». También recordó que el origen de la energía debe pasar por las renovables para que se pueda hablar de vehículos limpios.

Por su parte, el concejal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, insistió en que la apuesta por la movilidad eléctrica no pasa solo por el coche particular, sino también por todos aquellos vehículos que prestan un servicio, como ya ocurre con el transporte urbano y se estudia ahora para la recogida de basura.

Menos ruido

El camión, un Olimpus VI, utiliza la combustión para el desplazamiento, pero la carga y la combustión se desarrollan mediante tecnología eléctrica, con la consiguiente reducción de molestias por ruido.

Según Cubero, las pruebas están marchando «muy bien», ya que este modelo funciona en la práctica igual que los actuales y, por tanto, el consistorio zaragozano va a trabajar por implantar esta tecnología en el futuro.

Eso sí, apuntó que la tecnología avanza de manera «muy vertiginosa» en este campo, por lo que recalcó que «lo más prudente» es esperar a que venza el contrato vigente del servicio, en el 2020, y a partir de ahí estudiar la incorporación de estos vehículos también a la recogida de basura.

Para ello, subrayó el concejal, habrá que ver los costes, que a día de hoy prácticamente duplican los 265.000 euros que cuesta un camión estándar, aunque confió en que la tecnología habrá avanzado lo suficiente en dos años para que el coste sea menor y, en relación a ello, ver cuántos vehículos de este tipo se pueden incorporar a la flota.

Cubero, además, destacó que el ruido es «prácticamente nulo» con el Olimpus VI y, sobre todo, el beneficio ambiental, con una reducción de las emisiones de CO2 que, extrapolando a ocho años de servicio con dos portes diarios de seis toneladas, serían de 76.562.00 gramos. Además del dióxido de carbono, los fabricantes señalan que las reducciones también se darían en las emisiones de otros gases. De esta manera, en lo que respecta al monóxido de carbono (CO) se emitirían 491.000 gramos menos y en lo referente a óxidos de nitrógeno (NOx) la reducción alcanzaría 131.000 gramos. Los hidrocarburos (HC) bajarían 43.000 gramos y, por último, las materias particuladas (PM) en 3.270 gramos en ese periodo de ocho años.

El concejal señaló que también valoran con la empresa concesionaria, FCC, la posibilidad de probar esta tecnología en otro tipo de vehículos, como barredoras.

Actualmente, la flota de Limpieza Pública y recogida de residuos de Zaragoza cuenta con más de doscientos vehículos.