El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha anunciado este martes que quiere convertir a la capital aragonesa en la primera ciudad "prosumidora" (productora y consumidora) de energía renovable al cien por cien, con lo que podría, además, reducir su factura eléctrica en un 30 por ciento.

Para ello, Azcón plantea colaborar con los parques de energía sostenible situados en los alrededores de la ciudad y aprovechar que en el próximo año y medio el Ayuntamiento deberá renovar el concurso para el suministro de energía.

Con ello, pretende que no simplemente Zaragoza adquiera una energía con un certificado verde, sino convertirse en la primera ciudad que suscriba un contrato bilateral con el productor que la convierta en corresponsable de todo el proceso de producción.

Todo ello se llevará a cabo mediante un concurso público para el que van a comenzar a trabajar de forma inmediata con la redacción del pliego de condiciones.

El alcalde ha hecho estas declaraciones a los medios antes de la celebración del acto institucional "Los retos de Zaragoza frente al cambio climático", donde va a trasladar las cuestiones que llevará este miércoles a la Conferencia de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático (COP25) que se celebra estos días en Madrid.

Allí participará en una mesa redonda junto a los primeros ediles de Estocolmo o Sevilla y planteará las cuestiones que Zaragoza quiere liderar en los próximos años en esta materia.

En ese sentido, ha adelantado que el Ayuntamiento de Zaragoza se unirá a las conclusiones que se alcancen en la COP25 y que incluso "dará el paso" si implican que hay que asumir mayores retos que los acordados en la pasada cumbre de París.

El acto institucional organizado por el Consistorio zaragozano ha contado también con las ponencias del presidente del Clúster de la Energía en Aragón, Pedro Machín, y el coordinador de la Coalición de Empresas por el Planeta Ecodes-Coeplan.

Así, Machín ha explicado a los medios que Aragón ha sido históricamente una comunidad generadora de energía eléctrica y que cuenta con importantes ventajas como una Administración Pública "muy preparada" en cuanto a tramitaciones, una universidad "muy potente", así como centros de investigación, centros tecnológicos o empresas trabajando en este ámbito.

Ello es lo que ha permitido que, gracias a la colaboración público-privada, más de la mitad de la potencia renovable ganada en España en los últimos años sea aragonesa.

Sin ir más lejos, el 55 por ciento de la energía eléctrica que consume la provincia de Zaragoza es eólica y fotovoltaica y se espera llegar al cien por cien del balance neto en los próximos años.

Es más, incluso se podría llegar al 200 por ciento en 2023 si se tuvieran en cuenta proyectos que actualmente están "un poco más verdes", todo ello sin contar la energía hidráulica o el gas, ha asegurado.

Machín ha señalado que hay solicitados en torno a 11.000 megawatios a Red Eléctrica entre energía eólica y fotovoltaica en la provincia, lo que permite, unido a la situación "privilegiada" de la capital, que dispone de aire, sol y agua, tener excedentes.

Por último, ha apostado por electrificar la economía, el transporte o la industria para continuar luchando contra el cambio climático, así como invertir en tecnología.

En el debe, ha apuntado que se debería crear un observatorio de la energía, del que Aragón y Zaragoza carecen por el momento, que ayude a tener datos fiables para impulsar acciones precisas para abordar la lucha contra el cambio climático.

Por su parte, Daniel Serón ha explicado la iniciativa lanzada desde Ecodes en 2018 de la Coalición de Empresas por el Planeta (Coeplan), que tiene como objetivo agrupar a las pymes aragonesas para impulsar la economía circular y baja en carbono.

Son las pequeñas y medianas empresas las que constituyen en tejido empresarial mayoritario en Aragón y las que tienen mayores dificultades para impulsar este tipo de políticas, ha explicado.

Con esta coalición, por tanto, se agrupan a nivel sectorial de cara a trasladar sus políticas a las Administraciones Públicas y a conseguir marcos regulatorios favorables a la economía verde.