El Ayuntamiento de Zaragoza quiere mejorar la línea de autobús que conecta el centro de la capital con el aeropuerto, la estación intermodal de Delicias y la Feria de Muestras y quiere hacerlo de la forma más sostenible y eficiente, utilizando vehículos de hidrógeno, una energía limpia que obligará al consistorio a crear, a su vez, una estación de repostaje de hidrógeno. Para financiar este proyecto, cuyo coste se eleva a los 2,9 millones, el consistorio va a recurrir a las convocatorias de ayudas de los fondos europeos.

Este programa no solo busca que los autobuses que se utilicen sean sostenibles y de alta capacidad, también quiere aprovechar la tecnología en beneficio del usuario. Por eso, se completa con la instalación de marquesinas inteligentes que estarán conectadas a los sistemas de la estación intermodal y con el aeropuerto, ofreciendo información en tiempo real sobre los vuelos, los transbordos posibles desde las paradas o los puntos turísticos de interés. Serían de lo más sostenibles, ya que se nutrirían de placas fotovoltaicas para su autoabastecimiento. Además, los billetes podrán adquirirse y validarse en la misma parada, lo que agilizará el flujo de personas que accedan al bus.

Horarios programados

Su diseño será vanguardista para favorecer su integración en el espacio urbano y los buses tendrán una longitud de 18 metros de longitud, con 72 plazas y una zona para dejar las maletas.

Los horarios de la línea se adaptarán a las salidas y llegadas previstas de vuelos comerciales en la terminal de Garrapinillos, de manera que el servicio será mucho más eficiente ya que solo realizará el recorrido cuando la demanda lo exija, en lugar de circular en franjas horarias cerradas que muchas veces no se corresponden con la actividad del aeropuerto. Actualmente tiene una frecuencia de 30 minutos de lunes a sábado y de 45 minutos los domingos y festivos. Con la parada principal en César Augusto, cerca de la plaza Salamero, donde mayor concentración turística y hotelera hay, la ruta incluye una parada en la estación intermodal, que sirve de conexión para pasajeros de otras ciudades y respetará la del paseo María Agustín. Además, se contempla la posibilidad de ampliar el recorrido hasta la Feria de Muestras coincidiendo con la celebración de las principales exposiciones, congreso o ferias.

Financiación

El proyecto ha sido remitido al Gobierno de Aragón, encargado de decidir qué programas se financian en el marco del programa React, que forma parte de los fondos Next Generation y que tienen como objetivo ayudar a las Administraciones a hacer frente a la crisis económica derivada del covid. En colaboración con el Consorcio de Transportes, se estructura en torno a las Directrices Metropolitanas de Movilidad de Zaragoza.

Para la concejala de Servicios Públicos y Movilidad, Natalia Chueca, «esta línea tiene que ser un escaparate para quienes nos visiten, una línea hecha a la medida de las necesidades de sus usuarios, adaptada a los horarios de los vuelos y con la información necesaria para que el viaje hacia o desde Zaragoza se más sencillo».

Vehículos con una autonomía de 180 kilómetros

El Ayuntamiento de Zaragoza ya ha estudiado los modelos de autobuses de hidrógeno que podrían utilizarse para el proyecto que quiere poner en marcha en la línea que da servicio al aeropuerto. Los vehículos tendrían que tener una autonomía de 180 kilómetros. La terminal se encuentra a 6 kilómetros de la ciudad, y según la ruta, los buses harían 12,229 km en el trayecto de ida y 13,272 km el de vuelta.

El consistorio de la capital aragonesa opta a esta convocatoria junto con los consistorio de Braga (Portugal) y Bula (Croacia) que han solicitado fondos para ejecutar proyectos similares. En el caso de la ciudad portuguesa, quieren financiar 12 bicis de hidrógeno y un autobús. En cambio, la croata quiere invertir en diez bicis de hidrógeno para un proyecto de rutas turísticas.