El 99% de los inmuebles de la capital aragonesa no notarán ningún cambio en su recibo del IBI. Un año más, el Ayuntamiento de Zaragoza ha congelado este tributo que, junto a la plusvalía, es el que mayores ingresos reporta a las arcas municipales.

Esta congelación generalizada del IBI se realiza a cambio de incrementar la tasa a aquellos que más tienen. Solo les subirá entre un 4% y un 7% a los 1.111 inmuebles más caros de los 505.750 que hay en la ciudad, aquellos cuyo valor del suelo supera el millón de euros.

Para evitar una subida del recibo, el ayuntamiento aprobó una rebaja del tipo general de 0,4803% al 0,4533%. De esta manera se dejaba sin efecto la subida general del 5% que preveía la revisión del catastro aprobada en el 2013 y que, hasta ahora, había sido bonificado, recordaron ayer fuentes del área de Economía.

Con la congelación del IBI residencial, el de pymes y comercios, las arcas públicas dejaban de ingresar alrededor de dos millones y medio de euros que compensaban con la subida del tributo a las grandes empresas y creando el concepto de almacén.

En la propuesta de ordenanzas también se aprobó, con los votos de PSOE y CHA, aumentar hasta el 95 % la bonificación para herencias de vivienda habitual y negocios familiares con un valor catastral de hasta 150.000 euros.