Zaragoza se preparó con antelación para la llegada de la borrasca Filomena ante unas previsiones que apuntaban que la nevada iba a ser histórica, y así ha sido. Cuatro días después de que cayese el paquetón de nieve la ciudad todavía se está recuperando, aunque se prevé que mañana vuelva la «total normalidad».

El amplio dispositivo que ha estado trabajando a destajo estos días ha tenido que atender 1.500 incidencias urgentes en cuatro días, desde que se activó el plan de emergencia por nieve el jueves, según ha explicado el concejal delegado de los Bomberos, Alfonso Mendoza. En concreto, los Bomberos realizaron 29 salidas por la aparición de grandes placas de hielo, dos por accidentes de tráfico (uno de ellos en Zuera, donde volcó un autobús), diez para prestar asistencia sanitaria y 17 por hundimientos. A este total, hay que sumar las casi 500 que llevaron a cabo los agentes de la Policía Local.

Actuaciones al margen del plan de emergencia que incluyó 50 puntos críticos en la ciudad que debían estar despejados de nieve y hielo en todo momento, y que acabaron elevándose a 140 durante el sábado. Según la concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca, se trataba de los accesos a los hospitales y centros de salud que abrieron el sábado por la mañana, las paradas del transporte público (que tuvo problemas, sobre todo a primera hora del sábado), los puentes y las principales avenidas de circulación, además de los cinturones. En estos puntos se estuvo actuando de forma «continuada» durante todo el fin de semana, no de forma puntual como en otros lugares que precisaron de la actuación urgente de los servicios municipales.

Las necesidades obligaron al consistorio a ampliar el número de máquinas destinadas a despejar las calzadas de la ciudad. Inicialmente se había previsto utilizar 17 quitanieves pero las necesidades obligaron al consistorio a «subcontratar» más maquinaria, de manera que durante toda la jornada estuvieron funcionando 36 unidades, de las que alrededor del 20% se enviaron a los barrios rurales donde por sus características precisaron de mayor atención.

La borrasca dejó una bonita estampa en toda la ciudad pero también se llevó por delante 531 árboles, principalmente pinos, que no soportaron el peso. Durante los últimos días se han podado 480 ejemplares y talado otros 51. Son las cifras que ha ofrecido la concejala de Servicios Públicos, pero no serán los definitivos porque admitió que esta «ITV natural» obliga al servicio a seguir trabajando.

También se continuará esparciendo sal por las múltiples calles de la capital que se han convertido en una pista de patinaje, sobre todo en los barrios tradicionales y en las calles secundarias. Por ahora ya han sido 300 las toneladas que se han dispersado.