El Ayuntamiento de Zaragoza no tendrá que emplear ninguno de sus centros deportivos municipales como improvisada morgue tal y como le ha ocurrido a Madrid. Ante un hipotético pico de la mortalidad que colapsaría el complejo funerario de Torrero, el consistorio ha trazado un plan en el que dos tanatorios privados de la ciudad pertenecientes a las empresas Funespaña y Servisa servirían para descongestionar. Hasta 205 cadáveres podrían conservarse en un mismo momento a la espera de la cremación o del entierro.

A este acuerdo de colaboración se añade una reorganización interna en el campo santo municipal. Estiman que podrían llegar a mantener en conservación frigorífica a 125 cuerpos a la vez, tanto fallecidos con covid-19 como por otras circunstancias. Para ello han reservado la cámara de mayores dimensiones, con capacidad para 42 cadáveres, para muertos no infectados con coronavirus. Está también la de congelación en la que caben cuatro personas y los conocidos como túmulos, que son las salas de velatorios y en las que podrían almacenarse hasta 79 féretros.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, reconoce que han preferido «contemplar todos los escenarios», pero que espera que ese no se produzca. «Hay que tener en cuenta que ahora los plazos para incinerar o enterrar se han reducido, ya no hay que esperar las 24 horas de antes por lo que se podría incluso ampliar los horarios de los hornos», asevera.

Aumento de crematorios

No está contemplado, por el momento, aunque admite que el aumento de las cremaciones es «importante». «Subieron un 18% la primera semana de la crisis sanitaria y ahora estará en un 70 u 80%», añade, recordando que el Ministerio de Sanidad insta a esta fórmula, salvo en casos como los de los finados que usaban marcapasos y que no pueden quemarse.

Muestra de ello es que el pasado domingo se realizaron en Zaragoza 24 incineraciones y cinco inhumaciones de personas contagiadas con coronavirus. También huno cinco funerales y dos velatorios de personas no infectadas. Ahora, tras el nuevo decreto ley, se reducen estas prácticas a un máximo de tres personas.

El incremento de las incineraciones de covid-19 está retrasando entre dos y tres días las cremaciones planificadas para fallecidos cuyo origen de la muerte es diferente. Así lo reconoce el empleado de una funeraria que señala que todos los infectados que recogen en los hospitales tienen que trasladarlos a Torrero y que ellos guardan el resto en sus instalaciones.

En Huesca y Teruel la situación no es crítica. De los 138 fallecidos en Aragón estas dos provincias han tenido 15 cada una, el resto es Zaragoza. De ahí que los complejos municipales funerarios de ambas capitales no están colapsados. No obstante, el concejal oscense Roberto Cacho, ya ha estudiado la posibilidad de aumentar horarios de cremación.

Misas funerales

La capellanía católica del complejo funerario de Torrero va a celebrar todos los miércoles, a partir del 1 de abril, una misa funeral por los fallecidos en Zaragoza durante la semana. La celebración tendrá lugar a las 12.00 horas y se retransmitirá en directo a través del canal de Facebook de la Archidiócesis. Esta misa se mantendrá mientras continúen las restricciones respecto a la celebración de los funerales. Se une esta iniciativa al servicio de acompañamiento telefónico que van a prestar una treintena de sacerdotes.