El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y la delegada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en Aragón, Lucía Ruiz, han defendido un único relato sobre el terrorismo en España, el de las víctimas, frente a quienes intentan "blanquear" a los etarras y a sus herederos. Así lo han manifestado en un acto de homenaje por el trigésimo cuarto aniversario del atentado de la banda terrorista ETA junto a la iglesia de San Juan de los Panetes de Zaragoza, en el que un coche bomba al paso de un autobús de la Academia General Militar (AGM) acabó con la vida del conductor civil Ángel Ramos y del comandante Manuel Rivera y dejó otras 44 personas heridas.

El acto de homenaje ha contado con la presencia de los grupos municipales de PSOE, PP, Cs, Podemos-Equo y Vox (todos excepto Zaragoza en Común), así como del subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Fernando Beltrán, y del general director de la AGM, Manuel Pérez. En su discurso, el alcalde ha considerado que ETA eligió como objetivo al ejército por tratarse de una de las instituciones que defiende el sistema constitucional y democrático.

Asimismo, ha subrayado que la sociedad tiene el "deber moral" de mantener viva la memoria de quienes han dado la vida por España, a quienes se ha referido como "héroes de la democracia", así como de recordar a los terroristas "como lo que son: asesinos". Ha reiterado que los etarras no consiguieron su objetivo porque la sociedad española los derrotó con las armas del Estado de derecho y, fundamentalmente, gracias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Los primeros minutos del discurso de Azcón fueron interrumpidos en varias ocasiones por un hombre que le acusaba de no decir la verdad y que denunciaba que los terroristas ya están "en la calle". "Solo con memoria, dignidad y justicia podremos saldar la deuda moral con quienes dieron su vida por este país", ha remarcado.

Para ello, el primer edil zaragozano ha considerado "imprescindible" un relato basado en la verdad frente a quienes intentan "blanquear a los terroristas" y a unos herederos de ETA que siguen "glorificando" a sus criminales y sin condenar sus actos. Por este motivo, ha tachado de "error mayúsculo" legitimar a Bildu y ha defendido la necesidad democrática de aislar políticamente a esta formación por defender implícitamente "la violencia y los crímenes como instrumento políticos".

"No se puede pasar página sin leer el libro"

Por su parte, la delegada de la AVT en Aragón, Lucía Ruiz, ha destacado que "no se puede pasar página sin leer antes el libro", un libro en el que solo hay un relato de los sucedido y es el de las víctimas. "No podemos permitir que se cambie la historia", ha apuntado Ruiz, quien ha alertado sobre los homenajes en localidades vascas a terroristas que salen de la cárcel.

Ha denunciado que el Gobierno de Pedro Sánchez haya "derogado de facto" la política de dispersión, así como una estrategia de "supuestos arrepentimientos" orquestada por los abogados de los etarras para conseguir una cesión en el acercamiento de presos, una reivindicación histórica de la banda terrorista. Además, ha alertado de que "no los quieren cerca", sino que "los quieren libres". "Nos sentimos muy solos" en la defensa de la verdad, ha lamentado Ruiz, quien ha señalado que abundan los sentimientos de tristeza, enfado e indefensión entre buena parte de las víctimas.

El acto ha concluido con una ofrenda floral a la placa colocada en el lugar donde se produjo el atentado el 30 de enero de 1987 y con un hombre que, al finalizar los discursos, ha exclamado: "¡Viva Franco!, eso es lo que tenían que decir".