Desde las 8.00 horas han estado esperando los primeros de la fila para recoger su porción gratis de roscón y su vaso de chocolate caliente. Josefa y su nieto acuden todos los años «aunque esté un poco malita», asegura ella. Dos horas han tenido que esperar hasta que han llegado las autoridades y han recibido, de su parte, el ansiado dulce, del que había 18.000 raciones listas para repartir.

«Esta tradición es muy bonita y además hace un día estupendo», ha comentado la mujer. A las 10.00 horas han salido del edificio del ayuntamiento el alcalde, Jorge Azcón, y la vicealcaldesa, Sara Fernández, junto con los portavoces de todos los grupos políticos municipales -salvo los de Podemos- y otros miembros de la corporación. El acto lo organiza cada año EL PERIÓDICO DE ARAGÓN con la colaboración de la Caja Rural de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza.

Llegado el momento, las autoridades se han puesto los guantes y han comenzado a repartir las raciones del tradicional dulce de San Valero. El momento ha dejado estampas curiosas como ver a Pedro Santisteve, anterior alcalde de la ciudad, entre Azcón, Fernández y Julio Calvo, portavoz de Vox. Eso sí, el exprimer edil no ha perdido la sonrisa, ya que ayer era un día de celebración y armonía.

Por su parte, Azcón ha dicho sentirse «súper contento de participar en un evento tan agradable» como el del reparto del roscón, que ha cumplido hoy 28 ediciones. «Espero que dure muchos años más», ha añadido el conservador. Por su parte, Nicolás Espada, director de este diario, también ha estado repartiendo porciones del dulce junto con Luis Ignacio Lucas, director general de la Caja Rural de Aragón. Cuando el dulce ha sido bendecido antes de comenzar a servirse, las filas ya medían decenas de metros. «Está muy bueno. A mí me gusta así, sin nata, que se unta mejor», comentaba un grupo de señoras degustando su porción.

Justo en la salida de la fila estaban también Justino López junto a su mujer María Isabel y su nieta Emma, que se ha declarado «fan número uno del chocolate». «De lo que no cuesta, todo el mundo llena la cesta», ha mencionado riéndose el hombre, refiriéndose a la cantidad de gente que abarrotaba la plaza del Pilar. La fila trasera, la que daba a la fuente de la Hispanidad, iba desde el ayuntamiento hasta el Mercado Central.

Al final de la misma, una pareja de jóvenes discutía sobre si ponerse o no. «Es muy larga, ¿en serio quieres esperar?», le ha dicho ella. Él, después, ha reconocido que ya había comido roscón, pero que estaba dispuesto a volver a hacer la fila por otra porción. Delante, otra mujer de nombre Isabel se sorprendía por la cantidad de gente que esperaba su turno. «Nunca había visto algo así», aseguró.

Frente a la delegación del Gobierno, en una mesa se han repartido también trozos de roscón sin gluten para los celíacos, y es que la de hoy ha sido una celebración para todo el mundo. Un belga acompañado por dos chinas así lo atestiguaban. «No sé muy bien por qué es la fiesta, pero el dulce está muy rico -comentaba el joven en un castellano muy logrado-. Mi profesora de español me ha contado que hoy se tiene que decir San Valero rosconero y ventolero». La lección la llevaba aprendida, pero el refrán este año no se ha cumplido. El viento no ha hecho amago de aparecer, y las temperaturas agradables han permitido a todos disfrutar del roscón.