La quinta ciudad más poblada de España, Zaragoza, ha vivido hoy con normalidad la proclamación como Rey de Felipe VI, hijo adoptivo de la capital aragonesa desde 1985, un hecho histórico que no obstante no ha pasado desapercibido para ningún ciudadano.

En una jornada laboral como la de hoy, pues en Zaragoza no es festivo, los vecinos de la ciudad, de 682.000 habitantes, han realizado sus tareas habituales, aunque pendientes de la comparecencia del nuevo monarca.

Es el caso de Rosa Alcalde, una vecina de Zaragoza, que ha dicho a EFE que ha "visto un ratico en la tele" la comparecencia del Rey en un acto en el que lo que más le ha llamado la atención ha sido lo "guapas y formales que estaban las niñas".

Otra joven, Meritxell Ripoll, ha resaltado a EFE que, como era día laboral, ha ido hoy a trabajar con normalidad y que ha presenciado el discurso de Felipe VI "mientras desayunaba".

También se ha seguido el discurso con atención en el bar "Entre sabores", de Zaragoza, cuyo propietario Jon Barrena, ha explicado que los clientes han acudido con normalidad a su establecimiento, donde sí se ha parado la actividad en el mismo momento de la comparecencia de Felipe VI.

Uno de los comentarios que se han hecho en el bar han sido el vestido corto y blanco que llevaba Doña Leticia, además del final del discurso del monarca, quien ha dado las gracias en las lenguas oficiales de España.

Tanto el nuevo Rey como su padre han estado muy vinculados a Zaragoza, especialmente a la Academia General Militar, donde ambos se han formado.

Precisamente, el Ayuntamiento de Zaragoza declaró en 1986 hijo adoptivo al entonces Príncipe Felipe por su vinculación a la ciudad y especialmente a la Academia General Militar