El paseo Echegaray y Caballero tendrá una gran ausente durante estas Fiestas del Pilar, porque este año la muestra aragonesa que crea un ambiente especial en la ribera del Ebro no estará. El Ayuntamiento de Zaragoza ha denegado la licencia para que se instalen las casetas gastronómicas.

La decisión se tomó ayer por la tarde, un día antes de su apertura (hoy por la noche, tradicionalmente) generando un gran malestar entre aquellos propietarios que estaban a la espera del comunicado municipal.

Según explicaron desde el área de Cultura, el proyecto presentado por Promoción y Producciones de Ferias el 24 de septiembre dista del definitivo, que se entregó el día 30.

Al parecer, y siempre según la concejalía, «no coincide con la propuesta vinculante enviada a la mesa de valoración aceptada el 19 de septiembre». Entre una propuesta y otra se constatan «importantes diferencias en el sistema constructivo, materiales utilizados, dimensiones y distribución con importantes contradicciones entre la memoria descriptiva y los planos de los proyectos».

Ayer al mediodía, hosteleros y artesanos protestaron a las puertas del Torreón Fortea, sede de Cultura, y exigieron al consistorio que otorgase los permisos para poder empezar a montar sus carpas.

Estos puestos siempre han originado cierto malestar entre el resto de hosteleros. Desde Cafés y Bares de Zaragoza han denunciado en más de una ocasión que no cumple «la calidad mínima exigible», ni en materia «higiénica y sanitaria», ni en la «representatividad de la gastronomía aragonesa». Además, consideran que este tipo de iniciativas «dañan» la imagen de la ciudad y a los propios hosteleros, pese a la gran acogida que tiene entre los zaragozanos y turistas.

El ayuntamiento ya sacó a finales de agosto a concurso la explotación de esta muestra aragonesa con 55 puestos repartidos en la ribera del río Ebro, (cinco tabernas, 25 de alimentación y 25 de artesanía).

La diferencia de este año era su ubicación ya que se trasladaba unos metros, de manera que las casetas se iban a colocar en el tramo comprendido entre la calle Don Jaime y el puente de Hierro. La decisión se tomó por seguridad, para respetar la zona de evacuación prevista para situaciones extremas, situada en la parte trasera del ayuntamiento y de la Basílica del Pilar.