Zaragoza ya forma parte de las agendas de viaje de los chinos. Ya es una ciudad Friendly Chineses a la espera de que un porcentaje elevado de los 100 millones de chinos que visitarán este año España visiten la ciudad.

Son las previsiones que la directora del programa de Miembros Afiliados de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Yolanda Perdomo, anunció ayer en la II Conferencia Mundial Chinese Friendly Cities que se celebra en la capital aragonesa con el objeto de reflexionar sobre el mercado turístico asiático.

Zaragoza tiene los elementos claves para atraer a este enriquecido turista de clase media: infraestructuras, gastronomía y cultura, con Goya como icono. El siguiente paso es adaptar sus virtudes a este turista emergente.

Pero no solo importa transcribir a mandarín folletos o indicativos, sino que hay que adaptarlos a su cultura para hacerlos comprensibles. Así lo considera Man Yee, experta en comunicación con los turistas chinos. Detalles como ofrecerles la posibilidad de hacerse un té en la habitación del hotel o sopa en los desayunos permiten que el turista se sienta como en casa. "Les impacta que en un hotel de cuatro o cinco estrellas no den este servicio", explicó.

COMPRAS Adaptar toda la oferta a sus necesidades interesa. Y mucho. La clase media china se ha incrementado en los últimos años y se ha convertido en el mayo consumidor de productos de lujo en el extranjero. El turismo urbano se ha situado a la par del turismo de consumo. El 30% del gasto de un chino es en tiendas y centros comerciales. Y Zaragoza tiene grandes plataformas que se venden como un manjar de ropa para los asiáticos.

Pero no todo es ocio. También hacen viajes espirituales, como el camino de Santiago. El consultor de Haole China y Club de Márketing de Barcelona, Jinjing Shen, recalcó que para los asiáticos es "muy importante" tener una oferta más religiosa que le permita disfrutar de "experiencias espirituales".

Un conjunto de exigencias del gigante asiático que combinadas convierten a Aragón en una ciudad hecha a medida.