Sin rodeos. Yendo al grano y de forma directa. Enfrentarse al coronavirus es un «desafío» y «vienen momentos difíciles». El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, no titubeó cuando dijo que las medidas adoptadas para evitar más contagios en la ciudad eran «drásticas» y «molestas» porque buscan el aislamiento social. La situación de crisis sanitaria es de «máxima seriedad», ha dicho, y requiere de «decisiones difíciles, como la suspensión de toda la actividad municipal y el cierre de todos los equipamientos. «Todo lo que se pueda cerrar, se cerrará. Todo lo que no sea imprescindible», ha declarado, de manera que solo mantienen la normalidad los servicios esenciales, como el transporte público.

El primer edil ha apelado a la responsabilidad de todos. «La gente tiene que quedarse en sus casas». No queda otra. Por responsabilidad y por seguridad. Pero las Administraciones públicas tienen que dar ejemplo, ha dicho un Azcón muy institucional, y para ello ha decretado hasta el 31 de marzo el cierre de todos los equipamientos en los que no se prestan servicios esenciales. Las consecuencias económicas son incalculables, aunque es la hora de la prevención.

Hasta final de mes (por ahora) no se podrá ir al teatro, ni a las salas de exposiciones, ni a los museos de la ciudad. Tampoco se podrá visitar el Centro de Historias ni el Museo del Fuego ni los centros de mayores (llevan cerrados desde el miércoles), cívicos, de tiempo libre, de promoción de la salud y de prevención de adicciones. Las juntas de distrito y vecinales cerraron ayer sus puertas, igual que las bibliotecas, las casas de juventud o los pabellones deportivos, gimnasios y piscinas, la oficina de taxis, de objetos perdidos y tráfico.

Las zonas de juegos infantiles de las calles, aunque estén al aire libre, quedan clausuradas para evitar contagios entre los más pequeños, y los mercadillos ambulantes quedan desconvocados hasta finales de mes. También se limitan los aforos en los velatorios, entierros y bodas civiles a diez personas y, en el caso de que el fallecido lo sea por coronavirus, no habrá celebración alguna por seguridad.

El lunes tampoco abrirán los centros que albergan actividades educativas, como las escuelas infantiles, el conservatorio de música o las escuelas artísticas o de jardinería, cuyas actividades permanecerán suspendidas.

Las terrazas y veladores desaparecen de las aceras. El consistorio ha decidido suspender las autorizaciones concedidas para terrazas y veladores, aunque se recomienda evitar acudir a bares y restaurantes. Todavía hay más porque el Gobierno de Zaragoza está estudiando la posibilidad de aplazar la aprobación de las licencias de actividad pendientes para que no abran más locales.

Decisiones drásticas que se han tomado para evitar la tentación de acabar en uno de ellos.

Todos los servicios esenciales están totalmente garantizados. La Policía Local y el Cuerpo de Bomberos están completamente operativos y se han tomado medidas para evitar contagios (masivos) entre los trabajadores. Lo mismo con los equipos de Protección Civil, preparados para actuar. La limpieza de las calles está garantizada (la de los parques no pero porque los jardineros llevan en huelga 56 días) y la recogida de residuos también.

No habrá problemas en el abastecimiento de agua porque se han suspendido todos los cortes previstos para que la gente pueda mantener una higiene correcta y más necesaria que nunca. Ya lo dicho el presidente de España, Pedro Sánchez, «El heroísmo consiste también en lavarse las manos y quedarse en casa».

ACCIÓN SOCIAL / Los servicios sociales se mantienen abiertos, incluso se va a reforzar el equipo. La Casa de las Culturas seguirá abierta para una primera atención de los migrantes, la Casa de la Mujer para mantener el servicio de atención a las mujeres víctimas de la violencia machista, y Morlanes para mantener la tramitación las ayudas de urgencia.

La teleasistencia y el servicio de ayuda a domicilio se intensifica dado que las personas de avanzada edad son las más vulnerables por lo que se va a redoblar la atención sobre los mismos. Además de los centros de mayores, también se cierran los comedores, aunque desde Acción Social asegurará su alimentación a través de menús a domicilio.

También queda garantizada la atención para gestiones tributarias, de contratación, tesorería o urbanismo.

Todos los empleados municipales que puedan desempeñar sus funciones desde casa podrán teletrabajar y para aquellos que sigan en sus puestos se adaptarán sus turnos y se tomarán todas las medidas necesarias que recomienden desde Prevención y Salud Laboral que, en un informe, advierte que «si no se adoptan medidas el número de casos confirmados podría ascender a una cifra difícilmente asumible».