Zaragoza ha vuelto a superar el umbral de los 700.000 habitantes después de dos años sin alcanzar esta cifra. A 1 de enero del 2019, la población es de 706.904 personas, 9.000 más que los empadronados hace exactamente un año. Este crecimiento de un 1% se ha producido pese a que la capital aragonesa lleva desde el 2013 perdiendo población extranjera. Se trata de la cifra más alta de la última década superando la del 2016, cuando se registraron 702.426.

Estos son las cifras del padrón municipal que difieren de los que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), con un sistema de contabilización distinta y que situó en 666.880 los empadronados a 1 de enero del 2018 en la ciudad (últimos datos ofrecidos), 31.015 menos de los que contabilizó el consistorio.

La población en Zaragoza está creciendo pese a la constante pérdida de residentes extranjeros que comenzó a frenarse el año pasado, aunque discretamente. La tendencia negativa comenzó en el 2013 y desde entonces apenas se ha revertido ni en la ciudad ni en el conjunto de Aragón. El año pasado representaban el 13% de los empadronados (93.129), procedentes principalmente de Rumania que suponen el 29,5% del total y que ha experimentado un descenso del 4,6% en la última década. Una cuarta parte son originarios de países africanos y americanos, especialmente venezolanos como consecuencia de la situación política del país.

EL RETO

Parece que la cifra de los 700.000 se le resiste a la ciudad y solo ha logrado superar esta barrera en el 2012, el 2015 y el 2016. La caída de hasta el 6,2% de población extranjera (6.258 personas) entre el 2016 y el 2017 fue una de las principales causas del drástico descenso de residentes que experimentó la ciudad hace dos años y que redujo la población a menos de 700.000 habitantes.

De hecho, desde el año 2008 no se registraban unas cifras tan bajas de migrantes residiendo en Zaragoza, cuando se situó en los 92.458, solo 1.317 menos que el año pasado. La población extranjera a 1 de enero de 2000 era el 2,16% en 2006, del 9,84% en 2008, del 12,55% en el 2016, del 14,70% y en el 2017 fue del 13%. El retorno a los países de origen por la crisis económica o la obtención de la nacionalidad española son las principales causas.

En realidad, fue en el 2002 cuando se produjo un crecimiento espectacular de población migrante en Aragón y no fue hasta el 2009 cuando se superó la cifra de 100.000, de los que cuatro de cada diez eran de países europeos y que se concentran en la franja comprendida entre los 16 y 65 años, según el diagnóstico que elaboró el ayuntamiento para diseñar el Plan para una Ciudadanía Diversa e Intercultural.

BARRIOS

La aparición de nuevos barrios y el cambio generacional ha provocado que haya habido un trasvase de habitantes entre los distritos. Así, los tradicionales y consolidados han ido perdiendo población poco a poco, -aunque han ganado extranjera-. Según el último informe del Observatorio Municipal de Estadística, que ofrece cifras el 2017 -no ha actualizado las del 2018-, Delicias se presenta como el barrio con mayor pérdida de residentes, seguido de San José, Universidad, Las Fuentes y el distrito Centro.

Y si unos pierden, otros ganas. Los periféricos son los que más han crecido en los últimos años destacando Casablanca que en el 2007 tenía un censo de 17.051 vecinos y diez años después ya eran 44.943. Torrero-La Paz también ha ido ganando inquilinos, gracias a las urbanizaciones de Parque Venecia.

Santa Isabel también ha aumentado en casi 3.000 vecinos, y más de 4.500 La Almozara. Pero esto no significa que barrios tan tradicionales como Delicias, El Rabal, San José o el Centro hayan dejando de ser los distritos más poblados de la ciudad, porque mantienen este título. Hay que tener en cuenta, claro está, la extensión de los mismos.

En cuanto al género las mujeres ganan en el ranking. El 51% de la población zaragozana es femenina, frente al 48% masculina.

En el caso de los residentes extranjeros no hay grandes diferencias, ya que los porcentajes son muy similares entre la llegada de hombres y mujeres salvo en la población africana, donde ellas solo alcanzan el 30,4%.