Con el champán que acompaña siempre su comida, la zaragozana Pilar Navarro ha soplado hoy las velas de su 105 cumpleaños. Una celebración que no se ha quedado en casa, porque ha llegado a todos los balcones de la avenida Navarra donde vive, desde la que se la ha felicitado cantando tras la cita diaria con los aplausos de las ocho de la tarde.

Junto a sus dos hijas, Pilar ha salido a su balcón para disfrutar de la fiesta que le habían preparado y ser sorprendida. "Ha sido muy emocionante, muy bonito", comentaba entusiasmada su hija Merche Navarro.

Su familia hizo un llamamiento multitudinario, que ha llegado a compartirse miles de veces en redes sociales y que sirve para recordarle, que aun en la distancia, “están cerca de ella”, como ha contado emocionada su nieta Eva Maqueda. La centenaria Pilar fue sorprendida también con la felicitación de la policía por la mañana, con sirenas incluidas. Por la tarde volvieron, acompañados de los bomberos, y cruzaron los vehículos en mitad de la vía, para mostrar en la parte superior de uno de ellos un mensaje dedicado especialmente para la zaragozana.

Pilar está muy contenta con la vida que ha llevado, según las palabras de su hija y aunque este año no puedan celebrarlo con la familia al completo, como suelen hacerlo cada año, esperan poder festejar cuando todo pase. Pilar tiene dos hijas, cinco nietas y dos biznietos, pero en cada cumpleaños se juntan más de 30 personas.

La familia no conoce el secreto de su longevidad, pero a sus 105 años sigue comiendo de todo, le gusta salir a tomar el vermut, la cerveza con limón, el champán y la naranjada. “No le duele nada, no se queja, está perfecta, aunque bastante sorda” detalla Merche. “Le ha gustado mucho salir, la juerga le ha encantado”, añade Eva. Ambas aseguran que tiene muchas ganas de vivir y se cree que tiene solo 90 años. A Pilar le gusta arreglarse, vestir con colores vivos e ir a la peluquería a menudo. “No saldría sin pendientes ni pulsera a la calle y sin pintar tampoco”, apunta su hija.

Y aunque ha superado dos pandemias en sus 105 años y se quedó viuda con 42 años, crió sola a sus tres hijos y ha cuidado de sus nietos. “Ha trabajado toda la vida, pero en casa, ha sido una madre de estar en su casa, de cuidar a sus nietos, que era su mayor felicidad”, subraya su hija.