Cuatro robos a personas mayores en una semana, vecinos que dicen sentir miedo, inseguridad y ser testigos de tensiones a diario son algunas de las circunstancias que rodean las denuncias que le llegan al Ayuntamiento de Zaragoza desde el barrio Oliver. Una situación ante la que el Gobierno municipal de Zaragoza en Común (ZeC) resta importancia porque considera que en realidad responde a una problemática que "viene de muchos años atrás y donde es muy importante seguir esos procesos de trabajo de intervención social, abordar el problema de manera integral". Así lo aseguró ayer Luisa Broto, alcaldesa en funciones en ausencia de Pedro Santisteve y responsable del área de Derechos Sociales.

El punto de vista de quienes deben poner soluciones es, en palabras de ella, que estas tensiones "no van más allá que en otros barrios de la ciudad". "Es verdad que el año pasado hubo un suceso complejo e importante", dijo refiriéndose al fallecimiento de una vecina --Pilar, en enero de este año--, pero remarcó que están "en la dinámica de implementar la presencia policial aunque esta es una situación de largo recorrido y compleja. "Cuando ocurre algo en Oliver resuena más fuerte que en otros barrios", destacó Broto, quien también resaltó que "hay muchas personas que han intentado apoyar que el barrio sea más acogedor" y que "no se puede hacer extensivo a todo".

CASOS LOCALIZADOS

"Son jóvenes, en situación de desempleo y con las que está trabajando el Gobierno de Aragón", explicó la alcaldesa en funciones, quien aseguró que aunque lamentan lo ocurrido estos últimos días, y que le ocurra a "los más vulnerables" como son las personas mayores, son solo "picos" de violencia que no se puede generalizar a todo el año.

Por eso no ven como solución ser más contundentes con la presencia de la Policía. "No puede ser que por una circunstancia haya más presencia policial, que aparezcan más operativos no va a aliviar el problema". La respuesta idónea, opinó, es actuar a través de la intervención coordinada de la educación, la sanidad y los servicios sociales, "para dar una respuesta efectiva".

En paralelo, la oposición empieza a pedir explicaciones y actuaciones rápidas por parte de ZeC. El portavoz del Partido Popular, Jorge Azcón, exigió ayer al alcalde que "se implique activa y urgentemente" en la búsqueda de soluciones a la violencia que "se están recrudeciendo".

El conservador le requirió que atienda la petición que le hizo la plataforma Vecinos Unidos de Oliver el pasado mes de mayo y se reúna con ellos. Precisamente para abordar una situación que, como ya denunciaba el pasado lunes el grupo municipal de Ciudadanos, es "de alarma social". Ambos entienden que está "haciendo oídos sordos" a los residentes "al calificar de exagerados" los hechos denunciados.