Los problemas en el mantenimiento de las zonas verdes en Zaragoza ya no tienen que ver solo con la multinacional FCC. Desde ayer, el contrato que gestiona la empresa Umbela, que da empleo a personas con discapacidad intelectual en el otro sector externalizado de los parques y jardines de la ciudad, también genera discrepancias. En su caso, por el despido de un trabajador que había sido delegado sindical por OSTA y que fue despedido nada más dejar de serlo. Ayer pasó por el despacho del responsable municipal de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, y este exigió su readmisión «inmediata» y cuestionó que, actuando así, la firma pueda continuar prestando el servicio cuando venza el contrato, el próximo 31 de diciembre.

Así que el edil deja en el aire la renovación de Umbela al frente del mantenimiento de las zonas verdes de la margen izquierda de la ciudad porque, entre otras cosas, «la propia empresa reconoce que no hay razón justificada para el despido», y eso, en su opinión, es un «acto de represión sindical».

«Habrá que plantear si es la adecuada, con actitudes como esta, para continuar prestando el servicio», aseveró Cubero, quien resaltó que esta es una sociedad que «se compromete a insertar en la sociedad a trabajadores con discapacidad, mediante el empleo», por lo que ve «intolerable e injustificable» su despido, a un trabajador que tiene 50 años. «Está incumpliendo aquellos principios que hicieron que este consistorio contara con ella», añadió.

El concejal descarta la municipalización del servicio que presta pero se «está mirando el pliego de condiciones para ver la capacidad de sancionar» a una empresa con la que, dijo, estarán «mucho más vigilantes». Su contrato es de cuatro millones al año y, añadió, «no puede ser que se permitan despidos improcedentes o pasar de 62 a poco más de 50 trabajadores».