La consejera de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, Luisa Broto, ha destacado la importancia de las redes de ciudadanía para colaborar en el cuidado de las personas mayores solas "en un entorno urbano que en ocasiones puede resultar hostil para los más vulnerables”.

Broto ha participado hoy en la Mesa de trabajo convocada por el Justicia de Aragón, Ángel Dolado, para abordar soluciones que den respuesta al envejecimiento de la población y el aumento de casos de soledad no elegida y por eso ha aplaudido “la coordinación de administraciones y la búsqueda de respuestas colectivas a una situación de carácter complejo”.

Fuentes municipales informan en una nota de prensa de que en Zaragoza, el 31 % de los hogares son unipersonales y de estos el 38 % son de personas mayores de 65 años (11 % del total) y casi el 10 % (3 % del total) corresponde a personas mayores de 85 años.

No obstante, Broto ha resaltado que "la opción de vivir sólo es tan válida como cualquier otra y que una persona que vive sola puede contar con una red de amistades y cuidados mucho más rica que alguien que viva en familia”.

Según el análisis realizado desde el Ayuntamiento de Zaragoza, la soledad no elegida es problema no solo demográfico y vinculado al aumento de la esperanza de vida, sino de un cambio sociológico profundo en los modos de vida vinculados a las ideas individualistas que cada vez dificultan más establecer lazos de confianza.

Broto ha querido también enviar un mensaje de tranquilidad porque "no hay datos que corroboren que haya aumentado el número de personas mayores que mueren solas", y, por eso, ha hecho un llamamiento a la calma y a los mensajes que crean alarma social.

La vicealcaldesa se reunió el pasado 11 de septiembre con los diferentes grupos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza para crear una estrategia común que poder trasladar al encuentro mantenido hoy. En ese encuentro se comprometieron a trabajar por fomentar la creación de una red ciudadana de cuidados que abarque todos los rincones de la ciudad, con especial énfasis en los barrios más tradicionales, porque la autonomía de las personas mayores permite mejorar su calidad de vida.

Además, desde su competencia en materia de prevención, el Ayuntamiento de Zaragoza coordina una red de centros para personas mayores, un recurso estable destinado a promover el envejecimiento activo, no solo en los aspectos cognitivos y físicos, si no también en cuanto a las relaciones sociales y tiene en marcha un protocolo de caídas con Policía Local dirigido a personas no usuarias del Servicio de teleasistencia.

Además, un total de 477 propietarios y 36 comunidades de vecinos se han beneficiado de las ayudas a la rehabilitación que gestiona la Sociedad Municipal Zaragoza Vivienda y casi seiscientas personas con dificultades de movilidad permanente o temporal son atendidas en colaboración de la Fundación La Caridad con un programa de reparto de comida a domicilio .

También tiene en marcha programas diversos que inciden en la apuesta por la ciudad consolidada, por dinamizar los barrios, por el pequeño comercio como garantía de dinamización y cohesión, por la accesibilidad, por el incremento de la vivienda social, por la existencia de unos buenos servicios de proximidad y por reducir la desigualdad, así como actividades de prevención secundaria dirigidas a las personas mayores.

Actuaciones destinadas a prevenir e intervenir con las personas mayores en situación de riesgo; el desarrollo de proyectos comunitarios desde los barrios; el proyecto “nos gusta hablar” en el Centro de Convivencia para personas mayores de Santa Isabel o la coordinación con recursos destinados a favorecer la relación social y la convivencia entre mayores son otras de las iniciativas que tiene puestas en marcha el Ayuntamiento de Zaragoza en esta materia.