El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) no se plantea, por ahora, restringir el tráfico rodado por el centro de la ciudad como sí que ha hecho Manuela Carmena en Madrid, con grandes problemas de contaminación, o Ada Colau en Barcelona, que vetará a los vehículos más contaminantes en caso de episodios de alta contaminación.

La capital aragonesa -y del viento- puede presumir de tener una buena calidad del aire. Cumple con todos los objetivos de calidad que fijan las directivas de la Unión Europea (UE), con niveles de contaminación muy inferiores al valor límite establecido por esta y muy cercanos a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo se «incumple durante unos días concretos» al año uno de los parámetros de la OMS, admitió la concejala de Medio Ambiente, Teresa Artigas.

Explicó que se están analizando diferentes alternativas a aplicar durante esos días en los que el porcentaje de «una partícula muy concreta» está por encima de los recomendados y que, en principio no pasaría por limitar la circulación de coches por el centro.

Artigas recordó que desde el área de Movilidad seguirán trabajando por expulsar a los coches de las arterias principales. En el ejercicio anterior, la reducción en la ciudad fue del 1%, aunque hubo zonas del centro donde superó el 20% como consecuencia de la expulsión de coches, ahora con menos carriles.