El próximo lunes, la calle Don Jaime I volverá a estar en obras. La reforma, desde el cruce de la calle Mayor y Espoz y Mina hasta la confluencia con el Coso y la plaza España, seguirá adelante a pesar de la amenaza de vecinos y comerciantes de la zona, apoyados por la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (Ecos), de llevar esta decisión a los tribunales y exigir, en el juzgado y a pie de calle, su paralización. Ambas posturas están tan enfrentadas como enrocadas, y se avecina tormenta en su ejecución que se prolongará durante dos meses.

Ecos, en una comparecencia pública junto a la Asociación de Vecinos Reyes de Aragón exigieron al consistorio la paralización inmediata del reinicio de las obras con los escaparates de numerosas tiendas de Don Jaime I ya luciendo carteles pidiendo lo mismo. Y plantando al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) en la reunión convocada por su responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, ayer mismo junto a otras entidades vecinales y sociales que apoyan la actuación.

«Hay que informar al comerciante sobre cuándo empiezan, cuándo acaban, acordar los plazos y tener presente en la memoria económica las afecciones al comercio», explicó el presidente de Ecos, José Antonio Pueyo.

Reclaman consensuar la actuación y abordar actuaciones en materia de urbanismo comercial y mejora de la escena urbana que solucione sus problemas de pavimento y de alumbrado, entre muchos otros. «No se pueden ir haciendo actuaciones que no den solución a lo que requiere la calle más antigua de Zaragoza», lamentó. Y, sobre todo, exigen que se mantenga el paso de vehículos, porque lo ven como una «peatonalización encubierta», denunció el presidente de la asociación vecinal, Alejandro Aznar. Han iniciado una recogida de firmas para demostrar que «el 98% de los vecinos y comercios» están en contra de las obras.

ANTES DE LA CONSTITUCIÓN

Pero Muñoz se comprometía con una docena de entidades, asociaciones vecinales y representantes de Cermi, UPTA o la FABZ, a que, al finalizar las obras, se renovará de la iluminación de la calle con tecnología led y se realizarán acciones de reactivación comercial, especialmente en la campaña de Navidad. Les explicaron que durante las obras los autobuses se desviarán por San Vicente de Paul, durante un mes y medio que durarán, y estarán terminadas antes del próximo puente de la Constitución. Defendió los trabajos como una apuesta por la accesibilidad universal en el Casco Histórico, clave en el Plan de Movilidad que se pretende para Zaragoza, sin trastocar las comunicaciones con la margen izquierda y dando continuidad a esta estrategia en una fase posterior en la calle San Braulio, que se simultaneará.