Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza han cuestionado la necesidad de recurrir a una auditoría externa para evaluar los costes financieros de la línea 1 del tranvía, que Zaragoza en Común justifica en la especialización que requiere y en que no cuenta con personal municipal para ello.

Así lo ha explicado a los medios la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, con motivo de la Comisión extraordinaria de Urbanismo de hoy a petición del PP para dar cuenta sobre los motivos por los que se encarga dicha auditoría, con un coste, según la concejala, en torno a 21.000 euros.

Artigas ha recordado que desde el área de Economía llevan meses analizando todas las facturas y que han demostrado que los costes de las obras están justificados, sin embargo, han recurrido a la auditoría externa para obtener más información sobre los costes financieros (iva, subvenciones, impuestos e intereses bancarios).

El objetivo, ha informado, es dirimir si los 128 millones de euros de subvención eran apropiados o debería haber sido inferior, ha explicado, lo que requiere "mucha especialización con la que no cuenta el Ayuntamiento".

Por su parte, el concejal del PP Sebastián Contín ha vuelto a criticar que seis años después de la puesta en marcha de la línea 1 del tranvía siga sin conocerse el coste final, lo que lleva a "incongruencias" como que el Ayuntamiento reclame 40 millones al Gobierno de Aragón y éste diga que solo debe 8.

Es una "vergüenza absoluta que los zaragozanos no sepan cuánto costó la obra más importante que ha tenido la ciudad y la que va a tener en los próximos diez años dada la situación económica", ha lamentado Contín.

El edil del PP también ha destacado la "incoherencia" de ZeC con su afán de municipalización cuando luego "no para de externalizar contratos para cualquier tema", como ocurre en este caso.

Además, ha criticado que se quiera seguir adelante con los trabajos previos del proyecto de la línea 2 cuando hay otros servicios "iguales o mejores", como los vehículos eléctricos, y cuando "toda Europa ha renunciado a más tranvías".

Los socialistas han asegurado en la Comisión Extraordinaria de Urbanismo que la reiterada y constante acción del PP contra la línea 1 del tranvía desde el mismo día en que se aprobó su implantación en la ciudad han hecho de esta obra la más analizada y auditada de toda la historia.

Sin embargo, se han preguntado si esta política constante de tierra quemada es lo que demandan los ciudadanos y lo que necesita la sociedad para afrontar los retos pendientes, aunque consideran que a los populares se les acaba ya el filón de las críticas a esta infraestructura.

El PP ha impulsado una nueva comparecencia sobre el tranvía y, en concreto, sobre la decisión de ZeC de realizar una auditoría sobre el proyecto de construcción y la puesta en marcha de la línea 1.

Esta decisión se materializó en un contrato que ZeC sacó a licitación por 21.780 euros y que quiere definir lo que pocas fechas antes señaló el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas.

Desde el PSOE la portavoz de Urbanismo, Lola Ranera, ha insistido en que el tribunal ya dijo que no hubo sobrecoste en la construcción de la línea, ni mala gestión, ni subcontrataciones que no se ajustaran a los pliegos, por lo que ha pedido al PP que deje de echar "cortinas de humo sobre una obra que cambió la fisonomía de Zaragoza, que da servicio a muchos ciudadanos y que se podrá mejorar administrativamente, pero que no tiene ni sombra de duda".

No obstante, ha apuntado que, si como sugiere el Tribunal de Cuentas, se pagaron 630.000 euros más a la sociedad Los Tranvías de Zaragoza porque la fórmula para definir la revisión de precios no es correcta, o porque no se debió abonar una bonificación tras la construcción del hito seis, "lo lógico es que se reclame a la empresa y que se corrija ese hecho".

En opinión de Ranera, el informe del Tribunal de Cuentas "quema el último cartucho del PP contra el tranvía y echa por tierra la posibilidad de los populares de vivir un mandato más de las críticas a una obra y a una gestión".