Tras la polvareda política que levantó la búsqueda de ubicación para el traslado del rastro en Zaragoza, ahora se empieza a conocer que, sin que todavía haya una decisión tomada al respecto ni se espera que la haya hasta que se retome el debate en otoño, este objetivo ya le está costando dinero al ciudadano. En concreto, el ayuntamiento lleva gastados 8.554,70 euros en la contratación de los servicios externos de tres arquitectos diferentes. Profesionales que han ayudado en los estudios de implantación del mercadillo en solo tres emplazamientos de los 31 que el Gobierno municipal siempre defendió que barajaba.

De las tres facturas emitidas y ya reconocidas por el área de Economía, dos están abonadas y la tercera se recibió el pasado 17 de julio, un día antes de que se celebrara la mesa de trabajo convocada por PSOE y CHA con todas las partes implicadas, y se admitió para proceder al desembolso el pasado viernes, día del último pleno municipal, cuando este debate emergió de nuevo en la discusión política. Y hasta ahora nunca se había mencionado que este objetivo estuviera costando dinero al erario público.

Esta última factura, por valor de 2.662 euros, corresponde al pago por los servicios prestados por el arquitecto Tazio Germán Beltrán, que colaboró en el estudio de implantación «en el entorno de Doctor Iranzo», en el barrio de Las Fuentes. La anterior, valorada en 2.783 euros, se abonó el pasado 13 de julio a Ana Cristina Pelandreu, -un mes después de reconocer la obligación de pago, el 11 de junio-, una factura emitida el 28 de mayo para ese mismo análisis pero en el entorno de La Romareda.

PARA HACER PLANOS // La única que se conocía era la primera, de 3.109,70 euros, referida a la Estación del Norte, abonada el 7 de junio, por el trabajo encomendado a José Benito del Valle Muniesa. Este encargo se tradujo en unos planos, que son los únicos que, por ahora, han llegado a los grupos de la oposición. Mientras, ni rastro de Macanaz, otro emplazamiento que sonó con fuerza en la margen izquierda y que los propios vecinos ofrecieron como alternativa.

La responsable de Mercados, Teresa Artigas, explicó ayer a este diario que estas contrataciones «se han hecho desde los servicios municipales» y «solo de estas tres ubicaciones, no todas», para «tener un estudio más detallado hecho por programas informáticos para hacer planos que el ayuntamiento no dispone». Y que se encargó para Romareda y Estación del Norte porque eran las que habían pedido los comerciantes del rastro, y la de Doctor Iranzo «porque era la alternativa real que quedaba en la reserva porque era la que más capacidad tenía de las 31 posibles». Pero que ahora «está aparcado porque hay que trabajar por alcanzar un consenso».