La amenaza de movilizaciones de la Unidad de Apoyo Operativo (UAPO) de la Policía Local de Zaragoza no ha amedrentado a su concejala delegada, Elena Giner, que ayer confirmó que seguirá adelante con sus planes para convertirla en una más «cercana y próxima». La futura Unidad de Refuerzo Flexible (URF) no cuenta con el apoyo de los agentes implicados ni de los partidos políticos ni de las diferentes entidades y asociaciones que han manifestado públicamente su apoyo a la UAPO, como las agrupaciones vecinales de Oliver, Arqueros o Cesaraugusta.

La orden dada para invertir 28.000 euros en adquirir los uniformes como los del resto de agentes para que los de la UAPO vistan del mismo modo -algo que se hará durante este año y el próximo- ha sido la evidencia de que ZeC va en serio. Como respuesta, los 111 agentes de la UAPO han anunciado que harán lo que puedan para evitarlo.

Este cambio ya se conocía porque estaba incluido en el preacuerdo firmado el pasado 14 de febrero con varios sindicatos. Sin embargo, a día de hoy solo tiene el respaldo de CCOO y CSL ya que CSIF y STAZ se descolgaron cuando vieron la «nula voluntad negociadora» de Giner, y UGT y OSTA nunca lo llegaron a apoyar. Esta minoría de representación sindical está jugando en contra de la concejala, que se enfrenta en soledad a la amenaza de los agentes y a la de los grupos municipales. El PP ha presentado una moción para impedir que la reestructuración diseñada por ZeC se lleve a cabo si no cuenta con la mayoría plenaria. Además de maquillar la UAPO, reduce los sectores de actuación de cinco a tres, de manera que las unidades se amplían y pasan a estar formadas por entre 70 y 100 policías.

LOGROS

Ante este panorama, la concejala trató de sacar pecho con los avances logrados durante su mandato. «Hemos hecho en tres años más cosas que en los últimos diez», aseguró, en referencia a la compra de nuevos vehículos y chalecos -donde la polémica también estuvo presente-, la convocatoria de 17 plazas, de otras 18 de promoción interna, la renovación de la base de datos o la creación de una unidad de mediación. Avances que reconocen desde la UAPO pero que, matizan, no les afectan.

También destacó que se había logrado el consenso para actualizar el calendario de trabajo, una reclamación histórica de los agentes y que llevaba años atascada. A partir del 1 de enero pasarán a trabajar cinco días seguidos, descansar dos, trabajar siete y librar otros siete (5-2-7-7), y así sucesivamente.

SIN APOYOS

PP, PSOE y Ciudadanos (Cs) no tardaron en salir a defender a la unidad y criticar las intenciones del Gobierno. Aunque Giner trató de negar cualquier «animadversión» hacía la UAPO, admitió que volvería a escuchar «el mantra de que somos el Gobierno antipolicía y que esta concejala quiere cargársela». Y así fue. Desde el PP, José Ignacio Senao anunció que presentará una moción para que el pleno rechace la disolución de la UAPO y de cualquier reestructuración que no cuente con el respaldo político, así como que el vestuario cumpla con las condiciones de seguridad. Aunque la concejala respondió que así será, los agentes lo negaron porque sus trajes dejarán de llevar protecciones en rodillas y coderas, defensas y botas. El socialista Roberto Fernández, muy crítico con la gestión de la concejala, se aventuró a predecir que si toma una decisión de esta envergadura en soledad, es posible que a futuro -tras las elecciones de mayo y si hay cambio de Gobierno- se anule.

Por su parte, desde Cs, Sara Fernández instó a la concejala a que se siente a negociar con los policías implicados cualquier cambio antes de ejecutarlo. «Debería parar, pensar que hay sindicatos que se descolgaron del acuerdo y negociarlo los cambios con la unidad», declaró.