El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) no logró sumar los apoyos necesarios para iniciar los trámites y catalogar como bien patrimonial el antiguo convento de Torre Ramona, por lo que la licencia de derribo, solicitada por la DGA, sigue en firme. Ahora tendrá que decidir si sigue adelante con sus planes de demolición o alcanza un acuerdo tanto con el consistorio como con los vecinos de Las Fuentes.

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, que admitió que cuando el Ejecutivo solicitó la autorización de derribo no valoró el correctamente la importancia del antiguo convento, presentó en la Gerencia tres expedientes con los que pretendía iniciar la tramitación para catalogarlo como bien patrimonio, revocar la licencia de demolición e instar a la DGA a que tome las medidas de seguridad oportunas para evitar incidentes en su interior, muy degradado.

Este último punto fue el único que salió adelante y por unanimidad, los otros dos fueron retirados a propuesta del PSOE, que contó con el apoyo de PP y Ciudadanos (Cs) y los votos en contra de ZeC y CHA. De esta manera, la DGA mantiene su licencia de derribo que puede ejecutar en cualquier momento.

La concejala del PSOE, Lola Ranera, solicitó un informe de Patrimonio que valore lo que queda de un edificio que, aseguró, entraña muchos riesgos por los «daños y deficiencias en su estructura». Para el concejal del PP, Pedro Navarro, ZeC «tiene que pedir responsabilidades a alguien» por darse cuenta, ahora, del valor del antiguo convento. «Esto demuestra que no se enteran de nada», aseguró. «Lo que es obvio es que ustedes quieren fastidiar a alguien de la DGA», añadió, para pasar a preguntar «quién» pagaría la catalogación.

Desde Cs, Alberto Casañal también mostró su sorpresa por que «nadie en el ayuntamiento fuera consciente de que había que protegerlo». Desde CHA, Leticia Crespo aseguró que la protección de un bien patrimonial «siempre es positivo».