El Ayuntamiento de Zaragoza podría salir del plan de ajuste después de cerrar el ejercicio del 2016 con un remanente de tesorería de 17 millones y un coeficiente de endeudamiento del 108%, dos puntos por debajo del límite que marca la ley, lo que indica que, después de cinco años, el consistorio cumple con el plan de estabilidad financiero. Para hacerlo necesitan el apoyo del resto de formaciones y, por ahora, solo CHA y C’s se han mostrado más cerca del sí que del no.

El responsable de Economía, Fernando Rivarés, presentó ayer la liquidación del presupuesto del 2016, que terminó con una ejecución del 96%. Una cifra muy similar a la obtenida en ejercicios anteriores donde lo importante es qué no se ha gastado el 4% restante, es decir, 29 millones de los que 6,9 corresponden a Acción Social y 12 a Urbanismo.

La ciudad empieza a recuperarse. La deuda ha pasado en un año de 827,9 millones (en el 2015) a 765,7, y la famosa cuenta 413 -la de las facturas en los cajones- se ha reducido de 25,7 millones en el 2015 a 9,6. Además, en el capítulo de ingresos se ha cumplido con un 99,8% del presupuesto y la recaudación neta ha sido del 91,8%. Entre otros motivos, se ha recaudado más gracias a las ordenanzas municipales, principalmente de la plusvalía y el IBI. Por otro lado, se ha gastado un 96% de lo estimado, porcentaje que se reduce al 83% en el caso de las inversiones en las calles de la capital aragonesa, ya de por sí muy bajas.

DESTINO / Hasta aquí las cifras. El Gobierno de Zaragoza quiere utilizar los 17 millones de remanente para reducir la cuenta 413, para lo que destinará 5,9 millones, y amortizar deuda de los créditos del ICO, con 11,4 millones. Para poder llevar a cabo este plan hay que realizar dos modificaciones de crédito del presupuesto del 2016 que no saldrán adelante sin el voto favorable del resto de formaciones. Rivarés ha convocado una junta extraordinaria de portavoces mañana para presentarles su propuesta y salir del plan de ajuste. Para el responsable de Economía es «una cuestión de Estado» salir de este plan ya que el consistorio podría bonificar las tasas y los precios públicos o renovar la plantilla municipal cubriendo las jubilaciones.

Solo CHA dijo claramente que votará que sí, «a la espera de leer la letra pequeña», según su portavoz Carmelo Asensio. Desde C’s, Sara Fernández, también pendiente de un análisis profundo dijo que «si se daban todos los parámetros» contarían con su apoyo. En cambio, PSOE y PP se mostraron más reticentes. Para el socialista Javier Trívez «no es de recibo» proponer la modificación de crédito del presupuesto prorrogado del 2016 cuando ya se ha aprobado el del 2017, que entrará en vigor en el marzo. Igual que el PSOE, el popular Jorge Azcón no quiso adelantar posiciones hasta que no se conozca la propuesta concreta aunque, destacó que el ayuntamiento es uno de los más endeudados de España.

La oposición en bloque criticó que Derechos Sociales haya sido una de las áreas que menos ejecución presupuestaria ha experimentado, con un sobrante de 6,9 millones. Según Reyes Campillo (PP), ha sido del «86,1%» cuando en años anteriores rondaba el 97%, La misma que el presente, según ZeC. Según explicaron desde Derechos Sociales se debe a dos factores. Por un lado, de los 2,7 millones de la encomienda de gestión de la DGA para la prestación del servicio de dependientes se han gastado 80.010 euros como consecuencia de la imposibilidad del IASS, dada la dificultad técnica, de incluir en la ayuda domiciliaria a más dependientes de grado I, cuestión que este año se subsanará y que es competencia de la DGA. Y, por el otro, de los 2,8 millones de euros consignados para las bonificaciones de tasas, se han ejecutado 66.218, debido al bajo número de solicitudes ciudadanas recibidas.