El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) ha decidido abrir el debate político en el ayuntamiento para impulsar medidas de actuación en el futuro plan de erradicación del chaboilismo y la infravivienda en la capital Si ya hace unos meses elaboró un mapa de asentamientos y de intervenciones desde el área de Derechos Sociales sobre unos asentamientos que han sido crecientes en el último año, ahora toca aprobar medidas. Y plantear las suyas propias, entre las que destaca que el programa de Atención Social en Situaciones de Infravivienda (ASSI) «se integre en la futura Renta Social Básica de Aragón».

Al menos así se desprende de un exhaustivo trabajo que el área que dirige Luisa Broto ha estado llevando a cabo y que ahora quiere impulsar «de forma participada» con el respaldo y opiniones de los diferentes grupos políticos municipales y todas las oenegés que colaboran en esta complicada misión con familias en situación de vulnerabilidad.

«Consideramos fundamental continuar con la labor de seguimiento y actualización de datos de todos los asentamientos que nos favorecen esa foto fija y actualizada en cada momento, que nos permite flexibilizar y adaptar las actuaciones a la realidad cambiante», expusieron ayer desde el Gobierno municipal, que resaltó que, como siempre han defendido, se trata de «un tema muy delicado en el que hay que pensar las actuaciones con calma para asegurar los efectos que puedan producir y evitar efectos imprevistos no deseados».

Entre las propuestas que plantean incluir en este nuevo plan de actuación sobre los asentamientos chabolistas, también incluyen abordar la posibilidad de ofrecer «ayudas para guarderías y escuelas infantiles, apoyo escolar como becas de transporte, libros o ropa, y de ayuda a los padres en la crianza y cuidado de los hijos».

Apuestas como la del Observatorio de la Infravivienda, que permite integrar a todos los agentes que intervienen en los casos que se producen, intensificar la labor de prevención de nuevos enclaves chabolistas, y coordinar los esfuerzos de la Policía Local, Servicios Sociales, Arquitectura, Servicios Públicos y Participación ciudadana, forman parte también de ese plan.

«En estos momentos, en el área de Derechos Sociales, estamos abordando los nuevos perfiles de personas chabolistas y la tipología de infravivienda que estamos observando, dentro de un enfoque global de exclusión residencial», expusieron desde el departamento de Broto, que afronta ahora una fase decisiva, la del impulso definitivo al plan.

NORMALIZACIÓN

Consideramos que las intervenciones tienen que tender hacia la normalización siempre que sea posible, complementando en los déficit específicos que caracterizan este tipo de problemática», añadieron los responsables del área, siendo conscientes de que este fenómeno requiere de medidas que ayuden a esas familias en situación de vulnerabilidad. Atajar la exclusión y favorecer una salida digna a una situación que estas no desearían.

«Además continuaremos con las tareas de información, orientación y ayuda humanitaria para todas las personas que contactemos en asentamientos chabolistas, así como con el apoyo sociofamiliar intensivo en aquellos grupos familiares en los que se valora la necesidad de capacitación educativa como paso complementario hacia la inserción habitacional», expusieron, en una clara declaración de intenciones que ahora se debe ver refrendada por los grupos políticos en el ayuntamiento.