El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) quiere diseñar un mapa en el que aparezcan identificadas aquellas calles, plazas, parques y rincones en general que puedan entrañar algún riesgo para las mujeres o que estas las perciban como inseguras. Esta medida, todavía sin definir, forma parte del II Plan de Igualdad 2018-2021 que está dotado con 4,5 millones de euros y que salió adelante con los votos a favor de ZeC, CHA y PSOE. El proyecto contempla 235 propuestas de las que 164 (80%) provienen de aportaciones de asociaciones y particulares.

La concejala de Igualdad, Arantza Gracia, destacó la creación de un mapa que identifique aquellas zonas que las mujeres perciben como inseguras para poder poner en marcha las medidas necesarias que alteren esta «sensación». Se trata de una idea que todavía tiene que coger forma ya que no se sabe cómo se identificarán ni bajo qué parámetros.

«Se consideran calles inseguras aquellas con poca iluminación, o que carecen de locales o tiendas -que suelen tener luz en sus escaparates-, los parques o las vías por las que hay mucho tránsito de coches y poco de personas», explicó.

TOLERANCIA CERO

Según Gracia, «no se trata de señalar con el dedo zonas concretas en las que existen unas condiciones sociales o hay especial conflictividad, sino de situar esos lugares por los que las mujeres no nos atrevemos a pasar por las noches». Admitió que este proceso «estigmatizará» determinadas vías pero, a su juicio, es algo que ya se hace «porque las mujeres ya evitamos ir por determinados sitios y lo que queremos es distinguirlos para poder tomar medidas y hacerlo seguros. Si no, no podemos corregirlo», añadió.

La idea surgió en un taller que se realizó en el 2016 que formaba parte del un congreso sobre el Urbanismo y la perspectiva de género. En la sesión, varias personas manifestaron su miedo a caminar de noche por determinadas zonas, como el entorno del Caixa Forum, muy poco transitado por las noches, o la ribera del Ebro, especialmente en la margen derecha, recordó Gracia.

La concejala también admitió que se puede generar cierta alarma social ya que, además de que se trata de una percepción «subjetiva», al señalar ciertas calles, se puede crear un miedo que no existe o que no todas las mujeres comparten.

Esta propuesta se completará con la creación de «espacios seguros», es decir, establecimientos que adquieran un compromiso de «tolerancia cero al sexismo y de apoyo a las víctimas» de agresiones. Estos locales serán identificados con un distintivo que los diferenciará del resto. Además, el ayuntamiento elaborará un protocolo de actuación contra las agresiones machistas en espacios de ocio, especialmente en bares.

El proyecto recoge más propuestas, muchas de ellas dirigidas al empoderamiento de la mujer mediante actividades en las que se trabajará en el «aumento de la autoestima». También se tratará de mejorar su empleabilidad, así como el reconocimiento de ciertos trabajos que están desempeñados mayoritariamente por féminas, como los del hogar o el cuidado de personas.

Asimismo, propone realizar grupos de trabajo de «reflexión y conciencia de daños por el rol masculino tradicional» acompañados de campañas sobre «la nueva masculinidad» así como la cesión de espacios para asociaciones LGTBIQ en el Servicio de Igualdad o la inclusión de contenidos a este respecto en la web municipal.