La anunciada disolución de la Unidad de Apoyo Policial Operativo (UAPO) de la Policía Local de Zaragoza parece encaminarse más a un cambio estético que funcional. El ayuntamiento, con el beneplácito de varios de los sindicatos con mayor representación en el cuerpo, pretende integrar a sus miembros en la Unidad de Refuerzo Flexible (URF), que tendrá «la misma estructura, plantilla, calendario y condiciones laborales de la actual UAPO». En cuanto a sus funciones, su trabajo será «reforzar la actuación del resto de unidades cuando esto sea necesario» -apoyo operativo-, pero en especial las relacionadas con «la prevención y la proximidad». Y se les cambiará el uniforme, intentando que salga barato.

Es uno de los doce puntos del preacuerdo alcanzado ayer por el consistorio y CSL, CSIF, CCOO y STAZ, al que no se adhirieron UGT, OSTA ni CGT. Los primeros entendieron que era un buen acuerdo para desatascar la negociación, sobre todo en cuanto a los calendarios (organización del trabajo). Aunque estos se tendrán que negociar a lo largo de este mes y el propio acuerdo refleja que estarán condicionados por la falta de plantilla.

En lo que afecta al ciudadano, el modelo social de proximidad que tiene en mente ZeC se reflejará de forma más inmediata con una prueba piloto en el barrio Oliver de Zaragoza. La idea es que los agentes trabajen en contacto con agentes sociales y vecinos, como patrullaba la policía de barrio implantada por la exalcaldesa Rudi. Pero de otra forma.

UNIDAD DE MEDIACIÓN

En la misma línea, se creará una Unidad de Mediación, con dos oficiales y diez policías, para atender conflictos de convivencia ciudadana. Y también se desarrollará un Observatorio de Seguridad, también para elaborar protocolos de resolución de conflictos -aunque al parecer de carácter más interno del Cuerpo- con la colaboración de juristas, el Justicia y entidades de distintos ámbitos.