Nadie habría imaginado en el 2015 que un Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) dedicaría la totalidad de un remanente de tesorería a pagar a los bancos y a abonar las coloquialmente llamadas facturas en los cajones, esas que están pendientes de consignar en presupuesto y que se alojan en la popular cuenta 413 de las finanzas municipales. Ni para invertir en los barrios ni para mejorar los servicios, como la izquierda lleva años defendiendo a nivel nacional, y que el año pasado se tradujo en las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS). Pero las circunstancias obligan y esta será su herramienta para intentar que el Ministerio de Hacienda levante el veto vigente, desde septiembre del año pasado, a captar nuevos préstamos bancarios. Así, los 25 millones que figuran en ese remanente del 2018 se repartirán entre los 21,1 que irán para amortizar deuda bancaria y los otros 4 para esos pagos pendientes.

Esta será la maniobra decisiva para llegar a finales de año en el 109% de nivel de endeudamiento y estar dentro del límite legal. Ahora, después que el ministerio decidiera obligarle a computar la totalidad de la deuda del tranvía, 188.829.748,21 euros, la deuda de Zaragoza pasaba de los 674,7 millones con los que acabó el año pasado (92% de sus ingresos reconocidos) a los 863,6 con los que se cerraría el 2019 y que disparaba el nivel de endeudamiento al 116%. El objetivo con este «reajuste» del plan de reducción de deuda, que no elaboración de uno nuevo como pedía el PP, es dejarlo a 31 de diciembre, en 812,15 millones, por debajo del 110% que marca la ley como límite para captar financiación bancaria.

DE 11 A 27 MILLONES AL FIE

Conseguirlo, además, permitiría a Zaragoza acogerse «en julio» al Fondo de Impulso estatal para pagar sentencias condenatorias, y pedir «hasta 27 millones» al propio ministerio, «aunque calculamos que solo harían falta 10 u 11». Así lo explicó el responsable de las finanzas municipales, Fernando Rivarés, que apostilló que este objetivo, además, y tener que votar en el pleno del próximo día 30 ese reajuste del plan de reducción de deuda, le lleva a aparcar su intención de presentar el día 22 el anunciado contencioso en la Audiencia Provincial contra Hacienda para rebatir en los tribunales su imposición de tener que computar toda la deuda del tranvía. Esa «sinrazón, locura, estupidez y trampa mortal» del ministerio, añadió el edil de ZeC, una «traición» de Pedro Sánchez.

Rivarés explicó que esta opción de judicializar el veto a captar más crédito «sigue abierta», porque «es una obligación ética», aunque no lo haga ahora, rectificando sus propias palabras de hace escasos días, cuando aseguraba que la ciudad le vería ir a la Audiencia a presentarlo. Y aseguró que este reajuste del plan municipal se hará «sin hipotecar las finanzas, sin recortes, sin ningún sacrificio y sin ninguna renuncia a proyectos que teníamos previstos». Para, además, dejar el camino expedito a la próxima corporación para captar préstamos.

Aunque analizando las cifras que incluye el documento entregado a la oposición, alguna renuncia sí que hay. Y es que para pasar de esos 836,6 millones que representa el 116% de nivel de endeudamiento a los 812,15 que ahora se pretenden, no solo se descarta reutilizar esos 21,1 millones del remanente de tesorería para inversiones en barrios -en septiembre, cuando haya presupuesto aprobado quedarían solo tres meses para ejecutarlas-, también se sacrifica los 31,5 que ZeC incluyó en su proyecto de cuentas que, finalmente, rechazaron PP, PSOE y Ciudadanos, que se pretendían conseguir de los bancos.

Ahora desaparecen y el único margen que quedaría es el que dejaría ese FIE 2019 si Zaragoza pide solo 11 millones y no los 27 que podría llegar a pedir. Por contra, los bancos recibirán este 2019 más dinero que en los últimos 4 años, ya que a los 57,3 incluidos en la amortización ordinaria se sumarán ahora los 21,1 del remanente, 78,4 en total que representan el 10,1% del presupuesto presentado por ZeC en febrero. Aún así, tanto la solicitud al fondo estatal como las cuentas para este año, le corresponderán al próximo Gobierno. «En el que espero estar», añadió Rivarés.