Halloween se adueñó ayer de la agenda... En Aragonia hubo hasta zombies campando a sus anchas sin que nadie les parara los pies (por una vez). Todo fue culpa de la Escuela de Cine Un Perro Andaluz, que se instaló allí hace unos días de la mano de su directora, Leonor Bruna. Ella capitaneó un curioso taller que convirtió a sus alumnos en terroríficas criaturas. No fue la única actividad de miedo por aquellos pasillos. Hubo hasta muestra a juego, con el Museo fantástico de Francisco José Bosqued. Un profesional del cine de terror de serie B, que reunió en esta exposición (que se puede visitar hasta mañana) diferentes atrezzos, muñecos, máscaras, vestuarios y maquetas. ¡Para echarse a temblar!...

También hubo maquillajes terroríficos, para los más mayores... Para los pequeños, no faltaron otros deliciosos reclamos, como el reparto de chucherías y los talleres de maquillaje a su medida. Y, como guinda, una gran fiesta de disfraces llena de calabazas, esqueletos y pequeñas brujas dejaron claro que esta tradición anglosajona (que bebe, dicen, de los antiguos ritos celtas ligados al solsticio de invierno) va ganando terreno en Aragón en la víspera de Todos los Santos. Así que, saquen las golosinas si no quieren enfadar a los espíritus... ¿Truco o trato?