La celebración de la festividad de San Pepe, patrón de los ingenieros, en el Parque de Atracciones de Zaragoza entraña muchas dudas. Tantas que la junta local de seguridad concluyó ayer su reunión sin tener las cosas claras, según indicaron a este diario. Tampoco se sabe si mantendrá el aforo fijado para 11.600 personas o lo elevará, como se planteó ayer desde el consistorio para evitar que no se pueda atender toda la demanda.

El parque de atracciones habilitará un espacio llamado Ice Zone para que los estudiantes puedan realizar el tradicional botellón que acompaña a esta fiesta en el interior de sus instalaciones, en lugar de que lo hagan en los Pinares de Venecia. La decisión se tomó después de que el consistorio anunciase que este año no iba a permitir que la fiesta se trasladase a la calle por la suciedad que se originó el año pasado.

Una medida que desde el parque de atracciones han visto como oportunidad y para eso han preparado un explanada con un aforo para 11.600 personas. Se podrá acceder con y sin entrada, lo que está generando muchas incógnitas. Por ahora se han vendido alrededor de 9.000 (cuestan 14 euros), que tendrán prioridad para acceder al recinto y podrán disfrutar el resto de los servicios que ofrece el parque temático, como el acceso al resto de las instalaciones.

El responsable del Parque de Atracciones, David Morte, explicó que tendrán prioridad de acceso aquellos que tengan el título previo, sin embargo, no especificó cómo se controlará el acceso. Es decir, no informó sobre qué protocolo seguirá en el caso de que el aforo esté completo y haya gente con su entrada sin poder entrar.

Para evitar problemas, desde el consistorio se ha planteado la posibilidad de que se aumente el aforo ante la previsión de que haya una alta demanda y pueda quedarse gente sin poder entrar al recinto. Todo ello con un único objetivo: evitar que se haga botellón en las zonas verdes de las inmediaciones. La concejala de Participación, Elena Giner, explicó que hay que tender a reducir el consumo y que, al celebrar la fiesta en el interior del recinto, es posible que se produzca «un cambio en el hábito de consumo», ahora prolongado hasta última hora de la tarde.

Aunque es algo que tendrá que decidirse en la junta local de seguridad, «se valorará si se sanciona» a aquellos grupos de jóvenes que, a sabiendas de que este año está prohibido consumir en la calle, deciden hacerlo.

En este sentido, especificaron que se quiere evitar generar altercados, por lo que en un primer momento se advertirá a los posibles grupos que decidan iniciar la fiesta en los pinares y que, en caso de no obedecer, se podrían proceder a la multa.