Zufrisa ha anunciado el cese de la producción de zumo en su planta ubicada en la localidad zaragozana de Calatorao, donde actualmente trabajan 32 personas, y que alcanza el medio centenar de empleados durante la campaña. Tal y como anunció la empresa en el último consejo de administración, la intención es que la planta se destine tan solo a la recepción de fruta, una labor que necesitaría una parte «mínima de la plantilla actual», según denuncian fuentes de la plantilla. La noticia cayó como un jarro de agua fría la semana pasada, a la espera de que la reunión prevista para ayer con la empresa pudiera dejar algún resquicio para la esperanza. Pero este martes los representantes de la compañía no se presentaron a la cita y convocaron a los representantes de los trabajadores a una reunión, este jueves, en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (Sama). Este diario trató de contactar con la empresa, sin conseguirlo.

«Las perspectivas son malas, no pinta bien, y el mayor problema será para los trabajadores actuales y para aquellos que se sumaban a la plantilla durante la campaña de la fruta», reconocía el alcalde de Calatorao, David Felipe, que recordó que Zufrisa es «un emblema» del tejido industrial del municipio, del que forma parte, en distintas etapas, desde hace décadas.

Fuentes próximas a la plantilla manifestaron su preocupación porque «se corre el riesgo de que se conserven apenas 5 empleos de 32», y reconocieron que todavía están a la espera de que la compañía desvele sus cartas. «Salvo el anuncio en el consejo de administración, no tenemos constancia de ninguna propuesta de despidos, ni de ERE, ni de ningún otro tipo», expresaron. No obstante, auguran un «futuro muy negro» para la planta después del anuncio. Y mostraron su sorpresa por la decisión de la empresa en un año que ha sido «bueno», con una producción de unas 1.200 cisternas de zumo, «cuando la media está en unas 1.000».

José Juan Arceiz, de la Federación de Industria de UGT Aragón, reconoció en la misma línea que «por ahora se desconoce si va a haber despidos ni qué quieren hacer con los trabajadores, pero lo que es evidente es que si solo quieren la planta para recepcionar fruta, eso da muy poca carga de trabajo». Además del incierto futuro de los 32 trabajadores directos, Arceiz denuncia los efectos que este cierre de la producción puede tener en los agricultores de Valdejalón y de la comarca de Calatayud, «que ahora tendrán que pasar a asumir los costes del traslado de la fruta hasta Lérida, lo que les resta mucha rentabilidad». «Queremos ver los balances de la empresa, porque nos parece contradictorio que haya pérdidas en uno de que los años que más fruta se ha movido», afirmó.

Zufrisa recibió en el 2008 el rescate de la DGA, que paulatinamente ha ido saliendo del accionariado. Ahora, en plena pandemia, el fantasma de los despidos azota a la plantilla a la espera de respuestas este jueves.