A la sexta tampoco fue la vencida para el BM Aragón, que cayó en su visita a Guadalajara por 33-29 en el último partido como local de Mateo Garralda. Con Jorge Silva especialmente inspirado (cinco dianas en la primera mitad), los locales horadaban la zaga aragonesa con facilidad. Cuando el luminoso lucía un 5-1 y el Aragón se mostraba impotente en ataque, Mariano Ortega pidió tiempo muerto. Fue inútil.

Los de Garralda alcanzaron su máxima renta (12-6) espoleados por una defensa rocosa, infranqueable, que obligaba a los visitantes a cometer numerosos errores en el lanzamiento. Sólo Demetrio Lozano, muy vigilado, dio la talla (cinco goles en el primer período). En todo momento Moyano también mejoró a Jorge Gómez bajo palos. Al descanso, Guadalajara conservó su diferencia de seis goles (16-10).

Dos tantos desde el extremo de Javi Parra abrieron todavía más la brecha. Los morados querían la victoria a toda costa. Muy superiores, concedieron a su rival un intercambio de goles. Dos inferioridades locales permitieron al Aragón acercarse en el marcador (21-17). Pero el banquillo alcarreño es profundo. Parra, Vigo y Bombón Almeida hicieron recobrar la cómoda ventaja de seis goles. En los minutos finales los de Mariano Ortega apretaron en defensa, adelantando incluso dos hombres, y se pusieron a tres de distancia, pero no fue suficiente. Guadalajara siempre fue mejor.