Cuando nuestro corazón late, lleva sangre a todo nuestro organismo a través de vasos y arteria. Pues bien, la presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre en esas arterias, y cuanto más alta es la presión más esfuerzo tiene que hacer el corazón para bombear, lo que puede poner en peligro nuestro sistema cardiovascular.

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Y es que como explican los especialistas de la Fundación Española del Corazón, «cuando la presión arterial es alta las arterias se endurecen para soportarla, lo que provoca ateroesclerosis. A su vez, esta patología puede derivar en complicaciones graves como infarto o trombosis cerebral, entre otros accidentes cardiovasculares».

Según la Organización Mundial de la Salud más de mil millones de personas en el mundo padecen hipertensión. O lo que es lo mismo, una séptima parte de la población mundial puede sufrir algún problema cardiovascular.

Pero es que hay un problema añadido, que esta patología es asintomática, no produce molestias, no duele... Así que vigilarla regularmente no es ninguna tontería. Con la pandemia entrando en la cuarta ola lo más probable es que nuestras visitas al centro de salud se hayan reducido mucho.

Así que probablemente lo que estemos haciendo es controlarla en casa, con nuestros propios aparatos. Pero ¿lo hacemos bien?

Según la Fundación del Corazón hay una serie de reglas básicas que debemos seguir para estar seguros de que nos estamos midiendo bien la tensión en casa.

  • Un disgusto, una mala noticia, pueden provocarnos un estado de nervios anormal que alteraría el resultado de la toma de tensión. Así que lo mejor es que lo hagamos en un momento de relax y calma para poder fiarnos de los niveles que nos da el tensiómetro. Busquemos un lugar tranquilo y sin ruidos.
  • Tampoco es buena idea medir nuestra tensión después de realizar una actividad intensa. Debemos tener al menos media hora de reposo para que el organismo se calme y retome su ritmo de actividad normal.
  • Debemos separa el momento de medir la tensión de la ingesta de café o té. Lo mejor es dejar pasar unas dos horas después de tomar estas bebidas. Tampoco es bueno fumar antes ni tomársela nada más comer.
  • Reposar cinco minutos antes de comenzar la medición de la presión arterial.
  • Debemos sentarnos cómodamente, con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, sin cruzar las piernas, y evitando ropa que pueda oprimirnos el brazo.
  • Si el tensiómetro es de bazo, se debe colocar el manguito 2-3 centímetros por encima del codo, la palma de la mano boca arriba y el codo ligeramente flexionado a la altura del corazón.
  • Si el tensiómetro es de muñeca debe colocarse a muñequera a la altura del corazón.
  • También deberíamos tener en cuenta que la presión arterial varía a lo largo del día. Así que lo mejor es tomarla siempre a la misma hora, para poder comparar los valores.
  • Para asegurarnos de que lo estamos midiendo bien, debemos repetir el procedimiento tres veces, «con una separación temporal entre una y otra de al menos uno o dos minutos». La cifra de presión arterial será la media de las dos últimas medidas.
  • Los valores obtenidos deben guardarse para enseñárselos al médico en nuestra próxima visita.
  • Y nada de hablar. Charlar durante la medición puede alterar los resultados.

¿Qué niveles nos deben alertar?

La fuerza de la sangre da dos medidas, la sistólica, conocida como la alta, y la diastólica, la baja. Según los especialistas en cardiología, para saber si se la tensión se encuentra por encima o por debajo de los niveles considerados como saludables, debemos tomar estas cifras como referencia:

  • Presión arterialideal: igual o inferior a 120/80 mmHg.
  • Presión arterial normal: igual o inferior a 135/85 mmHg.
  • Presión arterial normal alta: entre 136-139/86-89 mmHg.
  • Hipertensión arterial grado I: igual o superior a 140/90 mmHg.
  • Hipertensión arterial grado II: igual o superior a 160/100 mmHg.
  • Hipertensión arterial grado III o severa: igual o superior a 180/110 mmHg.

Prevenir la hipertensión

Además de vigilarla periódicamente, los cardiólogos aseguran que podemos mantener a raya las niveles de tensión arterial siguiendo tan sólo 3 reglas básicas:

  • Vigilar nuestra alimentación: Reducir la sal es la mejor de las ideas y no significa que nuestras comidas pierdan sabor ya que las papilas gustativas no perciben una reducción de sal de un 30%. También hay que tener en cuenta que la mayor parte de la sal que ingerimos viene de los alimentos procesados que consumimos. Así que optemos por alimentos frescos. Seguir la dieta mediterránea nos ayudará a reducir la sal y comer sano.
  • Dejar a un lado el sedentarismo: Hay que realizar ejercicio físico, el que más nos guste, de forma regular.
  • Y si fumamos, hay que dejarlo definitivamente.