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El colesterol alto es corresponsable del 60% de las enfermedades del corazón, según datos del estudio Euroheart II. Y es que este lípido presente en nuestro organismo adquiere en estas fechas una mayor importancia si cabe, por aquello de los excesos navideños.

El colesterol es una sustancia parecida a la grasa, indispensable para el funcionamiento de nuestro cuerpo. Se encuentra en nuestras células y es esencial para producir estrógeno, testosterona, ácidos biliares, vitamina D, y otras.

Esta sustancia no se disuelve en un medio líquido así que se transporta en las lipoproteínas a través de la sangre. Las lipoproteínas más importantes son las de baja intensidad, el famoso colesterol malo, y las de alta intensidad o colesterol bueno (HDL).

El colesterol malo (LDL), se encarga de transportar esta sustancia desde el hígado a los tejidos para su uso. Un aumento de la cantidad de LDL en nuestra sangre aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.

El bueno (HDL) recogen el colesterol del torrente sanguíneo y de los tejidos, y lo llevan al hígado para su eliminación a través de la bilis. Un nivel bajo de colesterol HDL también aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Con las Navidades ya prácticamente finiquitadas lo más probable es que hayamos disfrutado de comidas con mayor contenido en grasas saturadas y colesterol, además de alcohol. Y si a esto le sumamos la alteración de las rutinas propias de estas fechas, lo más probable es que nuestros niveles de colesterol hayan aumentado hasta en un 10%, según calcula la Fundación Española del Corazón (FEC).

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Colesterol y coronavirus

Siempre es importante mantener a raya el colesterol, pero este año más, ya que estudios recientes indican que las personas con colesterol alto podrían tener un peor pronóstico en caso de contraer el coronavirus, desarrollando síntomas y consecuencias más graves.

El doctor Carlos Macaya, presidente de la FEC, asegura que “en el contexto actual no podemos bajar la guardia frente al colesterol elevado y es fundamental reducirlo cuando se encuentra en exceso. Ahora es más necesario que nunca controlar los factores de riesgo porque cuando más sanos estemos, mejor podremos luchar contra potenciales infecciones”.

Y es que, a pesar de las consecuencias de tener el colesterol elevado, su prevalencia es alta entre la población española: la mitad de la población adulta de nuestro país padece hipercolesterolemia.

Pero la FEC, insiste, se puede controlar siguiendo una alimentación variada y equilibrada (dieta mediterránea) y practicando ejercicio de intensidad moderada de forma regular.

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Buenos hábitos y dieta cardiosaludable

La clave para ganar la batalla al colesterol alto son unos buenos hábitos de alimentación y un estilo de vida saludable.

Aprovechando el inicio del nuevo año, Isabel Pérez, dietista-nutricionista recomienda adoptar buenos hábitos, “es gratificante porque refuerza positivamente la autoestima y ayuda a que pasen a formar parte de nuestro estilo de vida.”

Si de alimentación hablamos, el buen propósito es fácil. Sólo tendremos que incluir siempre, como base de nuestro menú, las frutas, las verduras y las hortalizas de temporada. Además, incluiremos alimentos proteicos como las legumbres y priorizaremos el pescado a la carne.

Tomando como base el patrón de dieta mediterránea, la Fundación Española del Corazón recomienda para empezar a controlar el colesterol desde principios de año:

?Incluir a diario y en cantidad suficiente verduras, hortalizas y frutas.

?Varias raciones semanales de legumbres.

?Optar por los cereales integrales en panes o pasta.

?Apostar por el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos, ricos en grasas saludables.

?Incorporar lácteos con esteroles vegetales que ayudan a reducir los niveles de colesterol alto.

?Incrementar el consumo de pescado, especialmente el azul (atún, bonito, boquerón, caballa, jurel, palometa, salmón, sardina, etc.) porque contiene un tipo de grasa cardiosaludable, los ácidos grasos omega 3, que ayuda a bajar los niveles de colesterol.

?Priorizar las carnes magras y las aves de corral, frente a las rojas.

Y como complemento a la dieta, hay que empezar a moverse. Es importante practicar actividad física de forma regular y moderada.

Una propuesta: caminar entre 45 a 60 minutos al día de tres a cinco días por semana es una buena forma de ir, poco a poco, reduciendo los excesos de colesterol navideños.