Hemos comenzado el nuevo año con un desplome de las temperaturas en toda la península. Alertas de bajas temperaturas, e incluso nevadas generalizadas son la previsión que los meteorólogos lanzan para los próximos días.

Y aunque resulte una obviedad, hay que abrigarse, porque el frio puede provocar lesiones en nuestra piel cuyo nombre nos retrotrae a tiempos pretéritos y quizás algunos piensen que son cosa del pasado, los sabañones.

El “eritema pernio”, popularmente conocido como sabañón, es una lesión de tipo inflamatorio que provoca enrojecimiento y picor. Lo más habitual es que aparezca en las extremidades, manos y pies, aunque también es habitual que surja en las orejas o en la cara.

Y ¿por qué aparecen? Pues según explican desde el Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha, la principal causa de estas lesiones es la exposición a las bajas temperaturas.

“Se trata de una respuesta anormal de nuestro cuerpo a la exposición al frío y seguida de un calentamiento. Cuando la piel fría vuelve a calentarse, los vasos sanguíneos de nuestra piel se expanden rápidamente y provocan la aparición de los sabañones”, explican los podólogos.

Así que, si detectamos pequeñas zonas enrojecidas e inflamadas en los pies, manos, cara u orejas que nos arde o pica, lo más probable que tengamos sabañones. También pueden aparecer ampollas, úlceras y cambios de color en la piel, además de dolor.

Población de riesgo

Nadie está libre de padecer este tipo de lesión inflamatoria, aunque es cierto que hay grupos de población más vulnerables como los niños, los ancianos y las mujeres.

Además, y tal y como indican los podólogos de Castilla-La Mancha, hay determinados factores de salud que van a incrementar el riesgo de aparición de la perniosis.

El primero de ellos es tener problemas de circulación sanguínea, lo que hace al paciente tener una sensibilidad mayor a los cambios de temperatura. Otro factor que puede favorecer esta afección es el exceso de peso.

Padecer artritis reumatoide o vasculitis también hará a esa persona ser más proclive a la aparición de los sabañones.

Por último, hay que mencionar a los pacientes que sufre la enfermedad de Raynaud. Se trata de una patología que provoca anomalías en los vasos sanguíneos, que se estrechan cuando la persona siente frío o estrés. Cómo es lógico, los afectados por esta patología deben cuidar en especial sus extremidades ante la bajada de las temperaturas.

Recomendaciones para prevenir

Así, ante la perspectiva de una semana con termómetros rondando los 0 grados, lo mejor es seguir una serie de recomendaciones para evitar estas molestas lesiones.

–Lo primero es utilizar una indumentaria adaptada a la temperatura, sin olvidarse de las manos ni las orejas. Calcetines, guantes y gorro siempre, mejor si están hechos de fibras naturales, como la lana.

–Como la higiene de manos es prácticamente continua a causa de la pandemia del coronavirus, es importante secar correctamente las manos después de cada lavado.

Evitar llevar ropa ajustada también es importante, porque la prenda que nos apriete dificultará el flujo sanguíneo a las extremidades.

–Siempre, pero sobre todo en estos días de frío intenso, hay que moverse. Es la mejor manera de estimular la circulación sanguínea.

–En invierno puede que el cuerpo no nos pida tanta agua como en otras épocas del año, pero hay que seguir bebiendo. La hidratación regular ayuda a mantener todas las propiedades y funciones de la piel.

–No olvidar aplicar crema hidratante en las zonas de riesgo, manos, pies, cara. ¡Y no olvidar las orejas! Un poco de hidratación prevendrá los sabañones.

¡Nada de calentar los pies o manos fríos poniéndolos directamente en una fuente de calor! Usa los baños de agua templada o los masajes para que entren en calor.

–Y ni alcohol ni tabaco. Afectan directamente al sistema circulatorio de nuestro organismo.

Si a pesar de haber tomado las medidas necesarias aparecieran estas incómodas lesiones cutáneas lo mejor es no rascarse ni tocar las ampollas o úlceras que pudieran surgir. Podríamos hacernos heridas susceptibles de infección.

Si al cabo de dos o tres semanas las lesiones no desaparecieran lo mejor es acudir al médico para su revisión.