Cualquier aspiración del Casademont Zaragoza pasa, ineludiblemente, por dejar de ser un agujero en defensa. Tanto si el objetivo es únicamente salir de la zona más comprometida de la clasificación como si todavía se aspira a soñar con algo más, la mejoría defensiva debe dejar de ser, de una vez, una asignatura pendiente. Para ello, entre otras cosas, ha llegado Harris a la capital aragonesa. El alemán refuerza la posición de cuatro de un equipo aragonés ávido de fortaleza y solidez en ese puesto, pero también en el resto. Harris promete más intensidad y fuerza con la esperanza de que se produzca un efecto contagio que contribuya a que el Casademont deje de ser el equipo que más puntos encaja de toda la categoría.

Debutará el alemán este sábado(18.00 horas) ante un Fuenlabrada que aparece por Zaragoza también con caras nuevas y dispuesto a volver a amargarle la existencia a los de Sergio Hernández como ya lo hicieron en el último cuarto del partido de la primera vuelta, saldado con victoria fuenlabreña sobre la bocina merced a una canasta de Eyenga. El Casademont, que desperdició una ventaja de 16 puntos, afronta la cita con afán de revancha, pero, sobre todo, dispuesto a iniciar esa escalada que le aparte del peligro y le lleve a un paraje más tranquilo.

Se trata, pues, de ir hacia adelante desde atrás. No puede ser de otro modo para un equipo cada vez más cerca del que persigue su entrenador, pero que todavía debe adquirir una mayor dosis de confianza y regularidad. El choque ante el Fuenlabrada, después de diez días de asueto como consecuencia de la suspensión del partido del pasado domingo ante el Estudiantes por la borrasca Filomena, emerge como ese definitivo punto de inflexión necesario para adquirir velocidad de crucero ahora que el calendario muestra cierta benevolencia.

Un equipo "temible"

Pero los de Javier Juárez prometen problemas. De la mano asesina de Trimble, máximo anotador de la ACB, y con los refuerzos del base Novak, el ala-pívot Cheatham y el pívot Sharma, el Fuenlabrada, con las mismas victorias actualmente que el Casademont, es, ahora, un rival directo de los aragoneses, cuyo propósito, precisamente, es que, a partir de esta tarde, empiece a dejar de serlo. «El Casademont es un equipazo. Ya tuvimos la oportunidad de comprobarlo en el partido de casa, donde fue dificilísimo conseguir la victoria. Ahora, con los cambios que han tenido y con más tiempo trabajando con el nuevo entrenador, es un equipo temible», analizó Juárez. «Hay que controlar su talento en el tiro exterior y a jugadores que están muy en forma. Es un rival que corre muchísimo, que usa posesiones muy cortas y que en muchos partidos se va por encima de 90 puntos. Así que tendremos que estar muy concentrados en defensa y tener acierto en el tiro exterior para hacerles sufrir en su defensa», añadió el técnico.

Pero ese vendaval ofensivo del Casademont pierde fuerza como consecuencia de los numerosos problemas defensivos de un equipo que sufre atrás en la práctica totalidad de sus posiciones, especialmente en las de base y en el alero, donde es habitual que el anotador rival se corone como el MVP de la jornada tras enfrentarse a los aragoneses. Por eso, Trimble, Eyenga y compañía se antojan un examen de nivel para evaluar la progresión defensiva que el Oveja promete en la segunda vuelta que hoy comienza.

Al menos, jugadores clave como Barreiro o Thompson han dado el paso adelante que se les exigía. También Benzing, al que Hernández al fin ha devuelto al tres, Aunque aún faltan otros, como Bray, al que se le sigue esperando. Su mejoría también es clave para que el Casademont deje de mirar atrás de una vez para centrarse en ir hacia delante.